El arte dominicano ha logrado dimensionarse a niveles insospechados, pues no sólo son los merengueros y bachateros que alcanzan lauros allende los mares, sino que en el renglón pictórico tenemos motivos para enorgullecernos La República Dominicana cuenta con verdaderos maestros del pincel, como Cándido Bidó, Ramón Oviedo, Elsa Núñez, Guillo Pérez, Ada Balcácer, Fernando Ureña Rib, Antonio Guadalupe, Dionisio Blanco, Amable Sterling y una larguísima fila de no menos talentosos y respetados artistas plásticos.
Uno de esos que hacen magia con los colores y los pinceles es Marcos Guerra, quien recientemente fue invitado por la Universidad de Innsbruck, en Austria, la capital de Viena, para exponer sus obras en la gala de apertura de un nuevo centro de investigación científica en esa institución académica.
La exposición Planet Cry, del brillante artista dominicano, fue inaugurada el pasado 14 de octubre por los profesores Manfried Gantner, rector de la universidad de Innsbruk, Erich Gornik, jefe del Austrian Research Centers, y Heribert Insam, director del nuevo centro.
Este depurado pintor centraliza su exposición en diversos temas, pero capta poderosamente el interés colectivo su preocupación por la ecología, detalle que fue muy apreciado por la comunidad científica de la referida universidad y por la gran asistencia de público austríaco que acudió a la muestra, compuesta de 20 obras en técnicas mixtas sobre lino.
Papel hecho a mano, pigmentos naturales traídos por el artistas de países africanos, trozos de maderas, piedras y otros más, son los materiales que el artista utiliza para la crear sus obras.
Guerra, un artista interesado en la conservación medioambiental, explicó en su discurso ante el público que “la muestra es un grito de alerta a la humanidad sobre el maltrato que le estamos dando a nuestro planeta”. Añadió que “cada una de las obras despierta de forma sutil la necesidad de cambio de proceder en cuanto a los usos de los recursos medio ambientales”.
En febrero pasado de este mismo año presentó en Colonia, Alemania, su exposición fundamentada también en el tema ecológico. El nombre de aquella muestra fue “Signos, Pigmentos y Materias” y recibió elogiosa crítica de parte de Lydia Keck, columnista del periódico alemán Koelnische Rundschau.
Este genuino representante del arte moderno caribeño, que logra reflejar en sus trabajos toda la experiencia acumulada gracias a que su estilo de vida le impone un constante periplo por diversos países, señala que “no hay barreras entre culturas y religiones”.
Marcos Guerra ha expuesto sus obras en países como Alemania, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Suecia, Grecia, Colombia y Cuba, obteniendo favorables comentarios de la crítica especializada y colocando en un elevado pedestal el talento extraído de las entrañas del alma dominicana.
Viajero frecuente por el mundo en busca de técnicas y materiales para su obra, es un enamorado de su pueblo y de su dominicanidad, razón por la que aprovecho esta columna para lanzar un llamado a las autoridades correspondientes para que contacten a este compatriota, que con tanta dignidad nos representa allende los mares, y también podamos sus coterráneos deleitarnos con las maravillas que plasma en sus lienzos.
Incluyo aquí, amables lectores, la página web de nuestro pintor para que tengan a mano mayores detalles sobre su trayectoria.
www.marcosguerra.be