BOSTON, Massachussetts.-El presidente de Estados Unidos, Geroge W. Bush, como se esperaba, abordó en su discurso de Estado de la Nación los mismos temas que ha manejado en las últimas semanas y ratficando que no quiere amnistía para los ilegales.
Bush efirmó su “confianza en la victoria final en Irak” pero aclarando que serán “los militares” que tomarán la decisión de retirarse “no los políticos en Washington”.
En su discurso al país, Bush anunció que Estados Unidos desarrollara nuevas tecnologías para crear nuevas fuentes energéticas con el objetivo de reducir en un 75% la dependencia del petróleo importado desde Oriente Medio. También, abogó por una frontera más resguardada “que haga más seguro a nuestro país”.
Dijo que el país necesita fortalecerse para competir en la economía mundial “pero no podemos darnos el lujo de la complacencia. En una economía mundial dinámica, estamos presenciando a nuevos competidores como China y Japón. Nuestra gran ventaja siempre ha sido nuestro pueblo educado, trabajador y ambicioso”.
Advirtió que la única alternativa “al liderazgo de Estados Unidos es un mundo dramáticamente más peligroso. Nuestro liderazgo es la única forma de proteger a nuestro pueblo, la única opción para garantizar la paz y el único medio de controlar nuestro destino.
Sobre Irak, señalo que “estamos ganado esta batalla”, por lo que el camino de la victoria hará regresa r “nuestros soldados a casa”.
Aseguróo que sería “brutal” una retirada de las tropas de Irak, porque eso sería “abandonar a nuestros aliados iraquíes a la muerte y la cárcel, daría el poder a gente como Bin Laden y Zarqaoui en un país estratégico; dejaría en evidencia que la palabra de Estados Unidos vale poco”.
Apunto que en una época de “pruebas no podemos hallar seguridad al abandonar nuestros compromisos y retirarnos dentro de nuestros fronteras. Si dejáramos solos a estos atacantes bárbaros, ellos no nos dejarían en paz. Simplemente trasladarían el campo de batalla a nuestros propias costas”.
Abordo el tema del Medio Oriente pidió reformas a Egipto y Arabia Saudita, pero también expresó su profunda preocupación por el triunfo del grupo radical Hamas, en las elecciones de Palestina, y los llamó a reconocer a Israel como Estado, y a deponer las armas, rechazar el terrorismo y luchar por la paz.
El presidente Bush, sin referirse a la propuesta migratoria que deberá conocer el Senado dijo que “nuestra nación necesita fronteras seguras y ordenadas. Para lograr ese objetivo, necesitamos medidas policiales más fuertes y mayor protección en la frontera”, aunque reitero su respaldo a la creación de un status temporal para los obreros extranjeros que realicen los trabajos que los norteamericanos no ejecutan.
Sin embargo, rechazó de plano un programa de amnistía para indocumentados y dijo: “tenemos que tener un programa racional y humano temporal que no conceda la amnistía a los once millones de indocumentados y otorgue trabajos temporales a la gente que los busque legalmente”.
OLIVO PARA LOS DEMOCRATAS
El mandatario tendió un ramo de olivo a los demócratas, diciendo que el sistema de dos partidos y dos cámaras “siempre habrá diferencias y debates, pero aun los debates se pueden llevar con un tono civilizado y nuestra diferencias no pueden convertirse en enojos. Enfrentar los grandes problemas entre nosotros debemos obrar con espíritu de buena voluntad y respeto. Yo voy a ser mi parte, esta noche el Estado de la Union es fuerte y juntos la vamos a ser más fuerte”.
Manifestó que el país debe buscar su prosperidad “dirigiendo la economía mundial o limitarnos del comercio internacional. En un momento complejo de retos, el camino del aislamiento y el proteccionismo pueden ser invitadores, sin embargo, terminan en el peligro y la declinación. La única forma de proteger a nuestra pueblo y asegurar la paz, de controlar nuestro destino es mediante el liderazgo para que Estados Unidos siga dirigiendo al mundo”.