LA PAZ, Bolivia.-Si la primera semana en el gobierno del mandatario boliviano, Evo Morales, fue agitada, la segunda fue peor. La primera en jugarle una mala pasada fue la inclemencia del tiempo, que obligó al Presidente a pedir ayuda de "emergencia" a la comunidad internacional para asistir a unas 50 mil familias de campesinos pobres damnificadas tras los furiosos aguaceros que azotaron al país.
El gobierno del primer Presidente aimara de Latinoamérica no alcanzaba a pararse cuando la inclemencia de varios conflictos sectoriales le hizo enfrentar las primeras demandas sociales. Pero claro, está vez Evo no está liderando las protestas, sino tratando de lidiar con ellas.
Los conflictos comenzaron el martes, cuando un grupo de productores de coca cercó fugazmente a una brigada gubernamental en el Chapare, centro del país y cuna del Movimiento al Socialismo (MAS). Ayer, el grupo secuestró por unas horas a un funcionario de la Dirección de Reconversión Agrícola y cercaron dos campamentos de erradicadores.
Una rápida intervención del recién designado "zar" antidrogas, el viceministro de la coca, Felipe Cáceres, permitió un acuerdo con los rebeldes para continuar un programa de erradicación de cocales ilegales.
Según el diario boliviano "La Razón", Cáceres prometió elaborar para hoy viernes una propuesta a las demandas del grupo de cocaleros.
El miércoles, para evitar huelgas y bloqueos de los aproximadamente 20 mil vendedores de ropa usada de todo el país, el gobierno amplió por seis meses el permiso de importación de esa mercadería. Pero entonces fueron los microempresarios textiles quienes se tomaron las calles.
Buscando diálogo
Según informa Reuters, una comisión especial definirá hasta julio una política de largo plazo sobre la importación de ropa usada, que es vendida en enormes mercados callejeros en ciudades y pueblos del país, y el fomento a la industria nacional.
Otro conflicto se sumó ayer, cuando los pilotos de la principal aerolínea nacional, Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), declararon huelga por tiempo indefinido exigiendo cambios en la administración de la empresa.
Pero hay más, en la norteña ciudad de Cobija -a mil kilómetros de La Paz-, activistas políticos cumplían ayer su décimo día de huelga de hambre contra el nuevo prefecto (gobernador) regional, mientras pobladores de dos localidades de otros distritos realizaban bloqueos y protestas en oposición a sus respectivos alcaldes.
¿Qué hacer? Para la analista política Ximena Costa, Morales tiene que dar señales de mando.
"Yo creo que la única manera que va a tener Evo Morales para poder gobernar los próximos 5 años, si es que pretende terminar él mismo su gestión, es sentar autoridad. Eso no significa ir a dispararle a la gente, pero sí hacer valer los organismos institucionales que existen", afirma.
El analista José Luis Scotto ve incluso riesgos mayores: "El gobierno se está dejando presionar por las marchas y le da audiencia a todo el que apremia. Cedió ante los vendedores de ropa usada. Eso va en contra de la industria boliviana y nos convertimos en un país basurero". Según Scotto, Evo cede porque es un gobierno de los sectores populares, "pero el populismo tiene muchas situaciones que terminan con la caída de muchos gobiernos", advierte.
Para el analista, el principal peligro para el Mandatario es que sus bases superen a sus dirigencias y que se convierta en un mando excesivamente populista.
Algo que también prevé Costa. Según afirmó a "El Mercurio", Evo Morales debe evitar "que el que quiera esté marchando por las razones que mejor le parezcan en las calles, y entender que no necesariamente todas las reivindicaciones sociales merecen ser atendidas".
No obstante, cree que hasta el momento se ha hecho uso de la autoridad y no de la fuerza para solucionar los conflictos, lo que le "jugaría a favor" a Evo.
Pero Morales no sólo ha tenido que lidiar con la "fuerza popular", también la ha convocado, aunque en un plano diferente. El Mandatario advirtió con movilizar a la gente en las calles si el Congreso traba su plan de convocar a una Asamblea Constituyente.
Para la analista política Ximena Costa, la advertencia de Evo tiene dos objetivos: "Mantener la base de apoyo diciendo que obedece al mandato del pueblo y neutralizar la acción de aquellos dirigentes sindicales que quieran ponerse en la oposición".
Para Scotto en cambio, los dichos de Evo pueden tener varias interpretaciones. "Es difícil interpretar a Morales. Entonces creo que Evo está aprendiendo las dificultades de gobernar".
"Señales ambivalentes"
El jefe de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, John Negroponte, afirmó ayer que el gobierno de Morales "sigue enviando señales ambivalentes sobre sus intenciones", respecto a los hidrocarburos y la erradicación de los cultivos de coca.
Antes de acusar a Evo de posiciones poco definidas, Negroponte dijo eso sí que "desde su elección, (Morales) parece haber moderado sus promesas anteriores de nacionalizar la industria de hidrocarburos y cesar la erradicación de cultivos de coca".
PARO Al menos cuatro mil personas resultaron perjudicadas ayer en el primer día de una huelga de pilotos de LAB, que causó la suspensión de más de 35 vuelos nacionales e internacionales, según informó la compañía aérea.