MADRID, España.-En Haití proliferan una 210 mil armas ligeras en manos de las bandas, lo que ha sembrado de termor a la población de que el día de las elecciones se ejecute el golpe de Estado contra el candidato ganador.
Haití celebrará sus elecciones presidenciales el próximo 7 de febrero y, según alerta la ONG Intermón Oxfam (IO), lo hará "con la sombra de la violencia armada", lo que podrá minar considerablemente su participación en los comicios.
Hay una razón básica ahora, el candidato que se perfila como el ganador de los comicios proviene de Lavalás, que lidera el exiliado presidente Jean Beltrand Aristide.
Las bandas armadas, han dicho que de ganar Preval actuará de inmediato y ese es el ambiente que reina en muchos puntos del país, muy en especial en su capital Puerto Príncipe.
Según testimonios recogidos por Intermón Oxfam, la población está expresando su temor de ir a votar. La situación es "especialmente preocupante en la capital" donde hoy circulan "más de 210.000 armas ligeras, la mayoría provenientes
del extranjero", indica la organización en un comunicado.
Debido al aumento de los ataques y los secuestros, la ONG reclama "mayores controles para detener la entrada en el país de armas ligeras que siembran el terror entre la población".
"Muchos residentes en Puerto Príncipe nos han dicho que están demasiado asustados para ir a votar el martes. En los últimos dos años, gente inocente ha sufrido la ola de violencia armada. Las violaciones son habituales en la capital y esto está directamente relacionado con la proliferación de armas", relató el representante de Intermón Oxfam en Haití, Paul François.
Por motivos de seguridad, las autoridades han reducido el número de colegios electorales distribuidos a lo largo del país, lo que ha provocado el aumento de personas censadas para cada centro de votación. Eso significa que muchos haitianos deberán caminar varios kilómetros si quieren participar en estas elecciones, las primeras desde que el presidente Jean-Bertrand Aristide fuera derrocado en febrero de 2004.
"En Puerto Príncipe rige la ley de la pistola, aunque estén los cascos azules. Es la gente más pobre, la que vive en barriadas como Cité Soleil, la que más sufre. Queda mucho por hacer en Haití y los miembros de Naciones Unidas, incluida España, pueden jugar un papel vital en la negociación de un Tratado Internacional sobre Comercio de Armas", añade François.
La ONU debe celebrar el próximo mes de junio una conferencia para debatir un tratado que prohibiría la venta de armas a países susceptibles de utilizarlas para violar los Derechos Humanos, como está sucediendo en Haití.
La mayoría de las armas que usan los grupos armados haitianos llegan por contrabando desde los países vecinos. Estados Unidos ha sido el principal suministrador de armas, legales e ilegales, desde los años 80. A pesar de que existe un embargo de armas desde 1991, la resolución permite excepciones en "casos concretos". Estados Unidos se ha acogido a ellas en los dos últimos años, suministrando 2.600 armas a la Policía y aprobando otra venta de pistolas, rifles y gases lacrimógenos por valor de 1,9 millones de dólares.
En la última década, varios países incluidos Brasil, Francia, Italia y Reino Unido han aprobado el envío de armas a Haití, según datos de aduana recogidos por Naciones Unidas.