Alfredo Pacheco será el próximo síndico de Santo Domingo, ciudad primada de América, gracias al voto mayoritario de la gente de su partido, el Revolucionario Dominicano, de los aliados reformistas y de los que no militan en ninguna organización política. El 16 de mayo venidero los munícipes votarán masivamente por Pacheco, un hombre que ha probado vocación de servicio y capacidad de trabajo; un hombre que no se ha "desclasado" ni marginado de los suyos porque ha adquirido un mayor status social. No pondero sólo el hecho de que se mantiene en Cristo Rey, donde se ha forjado y donde ha crecido, sino que se mantiene apegado a su gente, a sus valores, a su estilo de vida. Pacheco se ha desarrollado para beneficio de la gente de su barrio y de todo el país.
Los humos no se les han subido a la cabeza. Sabe que si ha llegado lejos se debe al apoyo de sus compañeros y compañeras que lo consideran uno de los suyos, alguien que no los abandona, que no le da con la punta del pie tan pronto llega al poder, alguien que no los mira con desprecio por encima del hombro.
Pacheco no es un intelectual, ni uno de esos perfumados de recepciones donde la abundancia es un insulto y un abuso a la pobreza de este pueblo. Es un hombre de pueblo, de esos que ha logrado burlar su propio destino, la suerte que le había signado su origen social. Pacheco es uno de tantos dominicanos que se han abierto paso entre la pobreza y la miseria, gracias al trabajo, al estudio. Aunque no logró hacerse profesional como hubiera sido su deseo, estudió diversas carreras, entre ellas derecho: ha realizado, sin embargo, decenas de cursos, seminarios, diplomados, talleres, en busca del conocimiento para cumplir sus responsabilidades políticas.
Gracias a ese deseo de superación, al espíritu inquebrantable de lucha, ha ido, como el buen soldado, alcanzando sus rangos peldaño a peldaño, tanto en el PRD como en los cargos públicos que ha desempeñado. Primero fue dirigente de clubes deportivos y culturales de Cristo Rey, trabajador social luchando contra los vicios y la prostitución en su barrio, luego militante del PRD en los años 70, donde fue subiendo paso a paso, sin atropellar a nadie. Gracias a ese trabajo social y partidario fue elegido regidor, ocupando el cargo de vocero del bloque de su partido que luego lo postula para diputado, donde fue reelecto tres veces, alcanzando la presidencia de la cámara en dos oportunidades, tras alcanzar el respaldo tanto de los legisladores de su partido como de los otros partidos.
A Pacheco se le considera mesurado, ideológicamente en el centro, le gusta concertar. Pero no tiene miedo.
Pacheco no es un improvisado. No es un oportunista que anda tras un cargo en busca de prebendas, de notoriedad o protagonismo. En fin, no va al ayuntamiento a inventar; va a trabajar en compañía de un equipo de profesionales de diversas áreas para transformar la ciudad, para limpiarla, para hacerla una ciudad "vivible", tarea para la cual necesitara la colaboración de todos los que amamos esta ciudad.
Pacheco bien pudo aspirar otra vez a diputado. Saldría electo sin pegar un afiche, sin gastar un centavo. Y posiblemente volvería a presidir la Cámara de diputados, por el prestigio alcanzado, por lo bien que lo ha hecho, La presidencia de la Cámara es más importante y trascendente que cualquier sindicatura. Ofrece un mayor posicionamiento político.
Sin embargo Pacheco oyó la voz de su partido y de su gente. Aceptó el reto. Lanzó su candidatura a sindico de una capital que hoy es un pedazo de tierra de 104 kilómetros cuadrados donde viven cientos de miles de personas que reclaman un alcalde verdadero que trabaje día y noche, un alcalde que asuma la ciudad completa, no el casco urbano. La gente quiere un alcalde que no discrimine a la hora de recoger la basura o de construir obras de bien social. La gente quiere un alcalde para todos, ricos y pobres, porque unos y otros forman parte de la ciudad. Y los pobres necesitan más que los ricos.
Y porque los pobres son más, y porque es el mejor, Pacheco será electo síndico de la capital el próximo 16 de mayo. No existe una oferta mejor que Alfredo Pacheco para la sindicatura del Distrito. Como dice la gente, "le lleva la milla" a sus adversarios, en capacidad, en conocimientos, en experiencia, en manejo de situaciones difíciles… Pacheco es un "candidatazo". Un candidato de lujo.
La campaña que estamos viendo en televisión, escuchando en la radio, y leyendo en los periódicos, demuestran que Pacheco tiene una visión clara de los problemas de la capital y de cómo enfrentarlos. Sabe que no puede fracasar. Su futuro político está en juego.
Pacheco, síndico 24 horas, todos los días, y los cuatro años que estará al frente del ayuntamiento.