SAN JOSE, Costa Rica.-El ex presidente Oscar Arias es el favorito de las elecciones de mañana que se celebrarán en medio de numerosos desafíos como la pobreza y una elevada inflación, así como el desencanto por los escándalos de corrupción.
Poco más de 2,5 millones de electores de este pequeño país centroamericano, considerado con una de las democracias más sólidas de América Latina, podrán escoger a su nuevo presidente, dos vicepresidentes, 57 diputados al Congreso y autoridades municipales.
Pese a que en la contienda participan un total de 53 partidos, 14 de ellos con candidato a presidente, las encuestas sólo le dan posibilidad de triunfo a dos aspirantes: el expresidente y Premio Nobel de la Paz 1987, Oscar Arias, y el economista Ottón Solís.
Según la última encuesta de la firma Unimer, divulgada el pasado jueves, Arias, del opositor Partido Liberación Nacional (PLN, socialdemócrata) tiene un 42,6 por ciento de intención de voto, mientras que Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC, centro) goza de un 31,5 por ciento.
Los principales sondeos proyectan que el abstencionismo podría rondar el 35 por ciento, mientras que alrededor de un 20 por ciento de los ciudadanos se encuentra indeciso.
Si ninguno de los dos candidatos alcanza el 40 por ciento de los votos válidamente emitidos, deberán acudir a una segunda ronda en abril próximo.
Contrario a otros procesos electorales, el gobernante Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) perdió su tradicional protagonismo político y su candidato, Ricardo Toledo, no alcanza ni el 2 por ciento de la intención de voto.
Este derrumbe de popularidad es atribuido por los analistas a dos casos de corrupción que involucraron el año pasado a los expresidentes Rafael Ángel Calderón (1990-1994) y Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002), ambos del PUSC, por lo cual estuvieron en prisión preventiva y actualmente esperan ser llamados a juicio.
Para Oscar Arias la corrupción "ha enojado (a los ciudadanos) con toda razón y eso los ha llevado a desconfiar cada vez más de la clase política".
Por su parte, Ottón Solís, quien fundó el PAC en el 2000 bajo la bandera de la transparencia y la ética, ha dicho que "en un gobierno del PAC habrá plata (dinero) en Costa Rica porque acabaremos con la corrupción".
En este panorama, la campaña transcurrió bajo una inusual apatía por parte del electorado, por lo que el presidente que resulte electo deberá recuperar la confianza de los ciudadanos y gobernar un país que enfrenta importantes desafíos.
Si bien Costa Rica registra un dinámico comercio exterior con exportaciones en el 2005 por 7.038 millones de dólares, la nación solamente creció un 4,1 por ciento el año pasado.
Además, el país registró una pobreza de 21,2 por ciento, un desempleo del 6,6 por ciento y una elevada inflación del 14,07 por ciento, la segunda más alta de América Latina después de Venezuela.
El presidente del Banco Central, Francisco de Paula Gutiérrez, dijo a la prensa que el país requiere con urgencia aprobar un plan de reforma fiscal que "vendría a dar garantías para poder mantener la estabilidad financiera".
El favorito para ganar los comicios, Oscar Arias, ha dicho que la única manera de que el país se supere es lograr crecer a un 6 por ciento anual, para lo cual es necesario aumentar la carga tributaria y atraer más inversión extranjera.
Arias, de 65 años, asegura que es imprescindible que Costa Rica apruebe el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y abra a la competencia sus monopolios estatales de seguros y telecomunicaciones.
En contraste, Ottón Solís, de 51 años, considera que el crecimiento económico de Costa Rica debe basarse en una combinación de empresa privada y algunos servicios en manos del Estado.
El aspirante dice que el TLC con EE.UU. no debe ser aprobado pues antes se deben renegociar algunas cláusulas como la apertura total del agro costarricense mientras EE.UU. mantiene subsidios a ese sector.