Columbus.Ohio.-Regresé la semana pasada de Republica Dominicana, desde mi llegada a dominicana comencé a recorrer la mayoría de sus pueblos y barrios de la capital dominicana, el cuadro es desolador, triste, muchos lugares como la turística ciudad de Miches, más bién parecen pueblos fantasmas, abandonados, sus calles son intransitables. !A mi nadie me dijo nada.
¿Vamos por buen camino?
El polvo que levantan los automóviles al pasar, las pintan de color “amarillento”,la entrada del pueblo me recuerda alguna película del viejo oeste americano, sus ciudadanos parecen como extraídos de algunas serie de misterio del mundo cinematográfico.
Hombres, jóvenes, niños y hasta mujeres, dejan notar en sus maltratados rostros,el peso de las desgracias que viven, su principal diversión es juntarse en las polvorientas y a veces enlodadas esquinas del pueblo a contarse entre ellos partes de su largo calvario.
Me decía un Viejo ciudadano del pueblo; “lo que debiéramos hacer es cerrar la entrada del pueblo, no solamente a los funcionarios del gobierno, también a los demagogos políticos que solamente nos visitan y ofrecen villas y castillos en tiempos de elecciones, pero este es un pueblo, como todos los dominicanos, politizado hasta los huesos”.Miches esta ubicado a unos 54 kilómetros del Seibo en la parte Este del país.
Visitamos Hato Mayor, Sabana de la Mar, Samaná y Sánchez, así como San Pedro de Macorís e Higuey, participamos de las celebraciones de Nuestra Sra. de la Altagracia el pasado 21 de enero…Este último pueblo está totalmente limpio y cuidado, todas sus calles y carreteras están asfaltadas, en contraste con San Pedro Macorís.
La Sultana del Este, como es conocido San Pedro de Macorís, no importa que los principales y millonarios jugadores de baseball sean nativos de allí, también tiene todas las características de una ciudad “fantasma”.
En cuanto a la capital dominicana, sus calles y barrios lucen desiertos después de caer el sol, inclusive con el la luz del día, son muy poco los ciudadanos que atreven a caminar solos las calles de los barrios de la capital dominicana, en pleno centro de la ciudad, con miembros de la Policía a dos cuadras, fuimos testigos de varios asaltos a indefensos ciudadanos, principalmente en contra de mujeres, simple y llanamente para despojarlas de sus carteras y teléfonos celulares.
Mientras el presidente Leonel Fernández afirma en todos sus “demagógicos discursos y ponencias” que el país va por buen camino, nosotros tuvimos que soportar “apagones eléctricos” de hasta 20 horas en el día y la noche.
Mientras el presidente Fernández y todos sus funcionarios dicen que todo marcha bien en el país y sus instituciones, los delincuentes y la delincuencia se sirven con “la cuchara grande”, la violencia se ha hecho dueña de los días y las noches de la sociedad dominicana.
La falta de oportunidades de empleos, educación y otros servicios (nulos) indispensables, empujan a jóvenes mujeres a prostituirse, mientras que jóvenes de todas las edades (hasta de 10 y doce años),a veces juntos a sus padres y abuelos, son parte del trafico y consumo de drogas y actos delictivos.
La ciudadanía no confía en la Policía Nacional o los militares, muchos los ven como delincuentes del mismo saco. Se tiene miedo hasta tomar un carro del transporte público, los delincuentes han convertido este medio en “anzuelo” para asaltos y robos.
Mientras el presidente dice que vamos por buen camino, la CEPAL nos sitúa junto a Jamaica y Haití (mire es mucho que decir), como los tres países con los más graves problemas inflacionarios, entonces. ¿De dónde saca el presidente Fernández ese crecimiento del país de un 10%?
Mientras el presidente afirma que vamos muy bien, 65% de los dominicanos dice que estamos caminando senderos muy “pedregosos”.Entonces ¿a quién creer mi hermano?,
Que su fe esta casi perdida en los políticos, sus partidos y su fallida democracia.
Con tristeza escuche algunos criollos gritar “voz en cuello”, qué cuando Hipólito Mejía estábamos mejor…!Dios Santo, mire usted que ese fue un gobierno malo, yo, diría que malísimo, sin embargo al ritmo y lo torcido que marcha este gobierno, fácil le rompe el record a Hipólito Mejía.
En fin, son tantas las falsas y abultados números de progreso que a diario brindan el presidente y sus funcionarios, que hasta ellos mismos se las están creyendo, de ahí su delirante discurso entonado con las bellas estrofas de;”El país va por buen camino”,
Aunque en honor a la verdad,”el camino está difícil de recorrer”, y todavía le quedan más de dos años al mando. ! Pobre Quisqueya, yo te canto mis pesares patria mía.
E pá bajo que vamos, y bien hondo.
Por eso digo “a mi nadie me lo contó, estuve allí”.
Rodolfo de la Cruz.
Columbus.Ohio
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