SANTO DOMINGO, (PL) Desde este primer domingo de febrero, las ciudades de El Cibao central dominicano están de carnaval y lo celebran con alegría, música, disfraces y comparsas, donde propios y visitantes comparten sus fiestas.
Las calles de Santiago de los Caballeros, La Vega, Bonao, Fantino, Salcedo, Montecristi y todo el Cibao Central, se visten a partir de hoy y todos los domingos de febrero, del colorido y genialidad de sus tradicionales festejos.
Olvidando temporalmente las penurias cotidianas, muchos dominicanos viajan de uno a otro pueblo para disfrutar las parrandas provinciales, donde miles mostrarán sus nuevos disfraces, entre música, cascabeles y característicos fuetes.
En Santiago este domingo serán presentadas conocidas orquestas al pie del Monumento a los Héroes de la Restauración, en un comienzo de sus festividades transmitido al país por los canales locales de televisión.
La Vega tiene el carnaval más popular y visitado de República Dominicana. Es el más organizado y lujoso por sus enormes máscaras y disfraces en forma de diablos y animales, las cuales le brindan un toque peculiar.
Cada domingo de febrero en horas de la tarde, los diablos cojuelos salen a la calle armados de vejigas de toro infladas (aunque ahora se usan plásticas), golpeando a quien se atreva bajar a la calle y produciendo con ello un sonido peculiar.
El bullicio, los gritos y el sonido de las vejigas al golpear a los espectadores anuncian también en Salcedo el inicio del jolgorio, junto al juego popular masivo "El viejo y la vieja".
Su principal característica la constituye el disfraz con hojas de plátanos, en una festividad donde se unen lo religioso y lo mágico en los trajes de los enmascarados, para convertirse en otro acontecimiento esperado todo el año.
El municipio Río San Juan tiene un carnaval único denominado Carnavarengue. Es una localidad marina y su gente se inspira en las especies del mar para hacer sus disfraces.
Es un encuentro con el mar, la ganadería y agricultura, donde al compás de la música desfilan diferentes tipos de disfraces y las comparsas evocadoras de las especies marinas, en los alrededores de la laguna Gri-Gri.
Montecristi es famoso por el enfrentamiento entre Toros y Civiles, una de las manifestaciones más simbólicas y singulares donde los personajes no sólo desfilan sino crean todo un teatro en las calles.
Armados de "foetes" (especie de fusta, arma que representa el realismo, el coraje y la valentía), los Toros pelean contra los Civiles, refuerzan sus cuerpos con cartones y yaguas y protegen sus ojos con máscaras de tela metálica.
El enfrentamiento tiene un trasfondo místico de despojo, purificación, lucha y libertad, aunque quien no esté alerta presenciando la pelea puede salir también con su fustazo.
Los de Bonao, Fantino, Navarrete y Valverde son también carnavales con características propias, recreadas por los residentes de esas comunidades en cada febrero y llevadas finalmente al gran desfile nacional capitalino.