Peter Drucker, el gran gurú de la administración, define el ejecutivo eficiente de una manera muy interesante. Él hace referencia a presidentes de empresas y también a personas que trabajan en el gobierno, empezando por las cabezas.
INEFICIENCIA PRESIDENCIAL SEGÚN DRUCKER
La pregunta que se hace una persona que es eficiente es; ¿Qué hay que hacer? Parece claro y fácil, pero nos queda clara la diferencia con los ineficientes cuando vemos que se preguntan estos. Los dejaré en suspenso por un momento y explicaré el concepto de eficiencia.
Cuando decidimos hacer lo qué hay que hacer, nos centramos en algo que posiblemente no traerá frutos a corto plazo. El hacer lo que encontramos prioritario no es una decisión que nos beneficiará, posiblemente habrá que esperar mucho tiempo para ser juzgados. Posiblemente tenemos otras cosas en mente y queremos algo mayúsculo para mostrar lo que podemos hacer, pero.
La segunda pregunta que se hace el ejecutivo efectivo, según Drucker, es ¿Qué le conviene a la empresa? O al país en dado caso. Esto nos lleva más allá del egoísmo, más lejos de un beneficio propio y marginal. Se busca un beneficio para todos, y a largo plazo.
Regreso ahora a la ineficiencia. El que se pregunte ¿Qué quiero hacer? Es alguien que será ineficiente… sin lugar a dudas esta persona tendrá sueños que quiere realizar, pero si no se pregunta ¿Qué hay que hacer? De seguro que esos sueños no serán lo que hay que hacer.
El ineficiente se pregunta como segunda opción, ¿Qué me conviene? Ya sea a nivel personal o político. Entonces podemos ver que los beneficios obtenidos de la acción de ¿Qué quiero hacer? Lo llevarán a ver las cosas de una perspectiva propia y no de una en común.
Dice Drucker: “Cuando Truman asumió la presidencia en 1945, sabía exactamente lo que quería hacer: completar las reformas sociales y económicas del New Deal de Roosevelt, las que habían sido postergadas por causa de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, nada más hacerse la pregunta sobre que había que hacer, Truman comprendió que las relaciones internacionales tenían prioridad absoluta… Se convirtió en el presidente más competente en asuntos internacionales que ha tenido los Estados Unidos. Contuvo el comunismo en Asia y Europa y, con el plan Marshall, dio origen a 50 años de crecimiento económico mundial.”
Ahora veamos el plan de nuestro presidente… le dejo de tarea pensar si lo qué hay que hacer es un Metro, una Isla Artificial, algunos elevados… o lo qué hay que hacer es un plan de seguridad social para salvar a los menos pudientes, un plan educativo que cierre la brecha entre la educación de los que pueden pagarla y los que no pueden o un plan para hacer una pequeña y mediana empresa competitiva de miras al TLC… entre otras cosas.
¿Qué hay que hacer? Es la pregunta del millón Sr. Presidente. Ya Drucker se la puso clara.
Recordemos lo que Benjamín Franklin decía:
“El político gobierna pensando en las próximas elecciones, y el estadista en la próxima generación”