Hay que esperar que el sometimiento del ex funcionario y candidato a diputado peledeísta Félix Alcántara no sea una iniciativa de corte electoralista del oficialismo, en la que, lo sacrifican a él para venir luego con un circo contra funcionarios del Gobierno del presidente Hipólito Mejía.
Me explico. Alcántara es un importante dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), designado como director de la Comisión para la Reforma de la Empresa Pública y luego destituido del cargo por la supuesta comisión de actos de corrupción.
Pese a esa acusación, Alcántara resultó electo candidato a diputado por el PLD en San Juan de la Maguana, hecho que recuerda el caso del diputado el Chino Ramos, de La Vega, también electo ahora como candidato de nuevo al puesto, pero por el PRD. Hasta en eso los dos partidos se están pareciendo.
Es saludable que todo aquel que haya cometido dolo se le someta a los tribunales para que responda por sus hechos. De ahí que no se debe objetar una iniciativa judicial bien inspirada en el saneamiento de la administración pública.
El temor en este caso es que el Gobierno haya tomado a Alcántara de parapeto para convencer a la población de que está luchando contra la corrupción, y que es tan firme esa lucha, que ha comenzado por su gente -en este caso Alcántara- cuando en realidad lo que se estaría buscando es tomar la Justicia como escenario para montar un espectáculo que sirva a los intereses electorales del PLD en los comicios de mayo de este año.
De ser así, entonces, no estaríamos ante una lucha cierta contra la corrupción, sino de un show mediante el cual se le haría más daños que bien a los deseos de la sociedad de adecentar la administración pública.
Lo que decimos no es que se desista de seguir poniendo en manos de la Justicia los caso de corrupción, sino que advertimos, que si se hace como estrategia proselitista nadie podrá reparar el daño que se le haría a esa lucha en la que ya mucha gente no cree que se pueda dar en el actual esquema de Gobierno y sistema político.
Montar un show con los casos que involucran a actuales y ex funcionarios en caso de corrupción en medio del debate electoral podría darle beneficios electorales al Gobierno y al PLD, mas si aparecieran jueces que le hagan el juego a una estrategia proselitista de ese tipo.
Pero lo seguro es que en el “lodazar electoral” quedarán sepultados los expedientes y parte de la credibilidad de la Justicia dominicana; porque como los muertos de campaña, los expedientes que se sacan en periodo de elecciones, mueren una vez se les cuentan los votos a cada a cada candidato y cada partido.
Ojalá que no se meta la pata, porque sacarla después de las elecciones podría ser tarde.