PUERTO PRINCIPE.-Los partidarios del ex presidente Jean Beltrand Aristide se lanzaron a las calles este sábado para apoyar las aspiraciones presidenciales de René García Preval.
García Preval es puntero en las encuestas y su repunte podría situarlo como el ganador en la primera vuelta a celebrarse el martes.
García Preval, un ex-presidente visto como aliado de Aristide incluso a pesar de que ha intentado tomar distancia del instigador y antiguo sacerdote, que fue desbancado tras una rebelión hace dos años.
"Preval, no podemos esperar más, trae de vuelta a Aristide," cantaba la multitud. Un hombre estaba acostado en la calle con un cartel de Preval en un lado y uno de Aristide en el otro.
"Preval y Aristide son gemelos," gritaban otros.
Aristide, quien pasó los últimos dos años exiliado en Sudáfrica, sigue siendo la figura dominante y más ddecisiva en la política haitiana y en la elección del martes.
Mientras Aristide es adorado por muchos en los barrios pobres de Haiti, los líderes empresariales lo desprecian y otros lo acusan de déspota y corrupto.
La elección intenta restaurar la democracia en Haití luego de que Aristide fuera derrocado en febrero del 2004. Pero podría llevar al país más pobre de América a incluso otra ronda de peleas entre sus partidarios y sus enemigos.
Las tropas de las Naciones Unidas (ONU) patrullaban Haití el sábado para asegurar que hubiese seguridad antes de la votación.
Las fuerzas de la ONU fueron enviadas para apoyar a la débil policía haitiana después de la rebelión del 2004. Tienen casi 7.300 soldados y 1.800 policías civiles, que se han visto envueltos en frecuentes enfrentamientos con las bandas de las barriadas.
Cientos de personas han muerto y unas 2.000 fueron secuestradas por un rescate el año pasado.
Los líderes de las bandas y los residentes de las barriadas acusan a la élite empresarial haitiana de tratar de provocar violencia en el día de las elecciones y de instalar las urnas de votación deliberadamente lejos de sus vecindarios, para disuadir a los pobres de ir a sufragar.
Preval, a quien se oponen las élites de Haití, ha permanecido lejos de sus propias campañas políticas, aparentemente por temor a un ataque.
EL AVANCE DE PREVAL
El ex primer ministro René Preval aparece hoy en el espectro político haitiano como un candidato sin virtual contrincante, de cara a las elecciones presidenciales que se efectuarán aquí pasado mañana, martes, establece la agencia cubana Prensa Latina.
El también ex presidente (1996-2001), de 63 años de edad, figura a la cabeza de la intención del voto, con casi 40 por ciento, según el más reciente sondeo de la empresa Gallup/USA.
Le siguen el empresario blanco Charles Henri Baker, de 50 años, con 10 por ciento, y el profesor y ex presidente (1988) Leslie Manigat, de 76.
Ninguno de los restantes 32 aspirantes presenta hoy un programa de tanta dimensión y profundidad como él, coinciden analistas.
Preval suspendió el sábado un acto en esta capital con el cual cerraría su campaña, debido a amenazas de sabotaje y violencia, informó él mismo a una emisora local.
El proyecto presentado por el ex primer ministro (febrero-octubre 1991) se sustenta en cinco fundamentos a ejecutar en igual número de años, informaron a Prensa Latina oficiales de su comando electoral.
Construcción de las instituciones, crecimiento económico, justicia social, seguridad y cooperación internacional constituyen ejes de su agenda.
René Preval García nació el 17 de enero de 1943, es padre de dos hijas, y cursó estudios de Agronomía en las universidades de Gembloux y Lovaina de Bélgica, y de Ciencias Geotérmicas en la universidad italiana de Pisa.
Su currículum político, amplio y reconocido, se inició con una activa participación en los Comités Cívicos de Resistencia a la dictadura de Jean Claude Duvalier (1971-1986).
A diferencia de otros caudillos y partidos que contienden en la carrera hacia la presidencia, Preval ha hecho foco en problemas que constituyen el nudo gordiano de la crisis nacional.
Preval propone la formación de instituciones democráticas, modernas y durables tanto a nivel central como de los colectivos territoriales, con la participación de todos los haitianos, incluidos los residentes en el exterior.
Ese propósito se fundamentaría en un estado de derecho basado en la “la transparencia, la lucha contra la corrupción, el respeto a la autoridad del estado, la descentralización, la competencia y la eficiencia”, precisó su oficina.
La batalla contra la pobreza extrema en que está sumido el país, por el crecimiento económico y el establecimiento de un estado de derecho, constituyen también ejes del panorama que se impone hacia el futuro de Haití.
Preval demanda un debate en torno a problemas de fondo. Su plataforma se orienta hacia la búsqueda de una verdadera justicia social, mediante un programa nacional para enfrentar la pobreza y la marginación social y cultural.
Además, la promoción de un sistema de educación basado en la calidad y la universalización de la enseñanza, el desarrollo de programas específicos dirigidos a los jóvenes y hacia la emancipación integral de la mujer.
El ex presidente (1996-2001) dirigirá sus acciones al establecimiento de condiciones de seguridad para la protección de la vida, los bienes y los derechos del hombre.
Para ello se formarían entidades apolíticas de seguridad, preparadas “para combatir el crimen organizado nacional e internacional”.
Al propio tiempo, demanda la realización de programas de desarme en todo el territorio haitiano y garantizar el orden público y el respeto a las libertades fundamentales.
En materia de política exterior, su gobierno asumiría la cooperación internacional “sobre la base del respeto y la dignidad, con un espíritu de solidaridad entre los pueblos y por la promoción de los intereses nacionales”.
Igualmente trabajaría por el aprovechamiento de las opciones de cooperación Norte-Sur y Sur-Sur, y la profundización de las relaciones multinacionales, regionales y bilaterales.
En varios momentos desde el anuncio de las elecciones, a mediados del año pasado, circularon rumores sobre posibles maniobras contra el candidato del partido L´Espwa (La Esperanza).
De ser necesario, se realizaría una segunda vuelta el domingo 19 de febrero, aunque el propio comando electoral de Preval asegura que "el martes 7 de febrero se decidirá el nuevo presidente de Haití".
Estos serán los primeros comicios tras el derrocamiento, en febrero de 2004, del presidente Jean Betrand Aristide, exiliado actualmente en Sudáfrica.
De acuerdo con las fuentes citadas, Preval tomó distancia “política y personalmente” del ex líder del partido Lavalás (Avalancha).
En la convocatoria se elegirá también a los 129 integrantes del parlamento entre mil 300 nombres.
Las elecciones se convocaron inicialmente para el 13 de noviembre de 2005, y se pospusieron para el 20 de noviembre, el 27 de diciembre y el 8 de enero de 2006.