AMIENS, Francia.-Isabelle, la mujer a la que hace menos de tres meses le realizaron un trasplante parcial de rostro, se ha dejado fotografiar por primera vez desde la intervención. La paciente, junto con los médicos que la operaron, se ha presentado ante las cámaras en el Hospital Universitario de Amiens, al norte de Francia.
Con evidentes dificultades para hablar y con el rostro cubierto por una espesa capa de maquillaje, la mujer, de 38 años, se limitó a leer un texto en el que explicó la experiencia por la que ha pasado en los últimos meses.
Tras agradecer el trabajo realizado por los equipos médicos, Isabelle ha subrayado cómo ha mejorado su calidad de vida tras la operación. "Puedo abrir la boca, siento los labios y la nariz", ha señalado la paciente, cuyo apellido, Dinoire, se ha difundido en la rueda de prensa.
Antes de la intervención, la primera de este tipo que se realiza, presentaba un estado muy distinto como consecuencia de un ataque de su perro por el que perdió los labios, parte de la nariz y la barbilla.
La paciente ha recordado haberse "desvanecido" tras tomar unos medicamentos en su casa, momento en el que su perro la mordió y la desfiguró. "Me desmayé y al despertarme intenté encender un cigarrillo. No podía y no entendía por qué […] En ese momento sólo podía abrir la boca tres milímetros", ha declarado.
El trasplante ha devuelto a la paciente la función de masticar y de hablar
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Antes de la operación, gracias a una serie de ejercicios de fisioterapia, podía abrir la cavidad bucal un centímetro.
"Lo peor de todo fue la espera hasta que encontraron el tejido […] Por eso quiero agradecer a la familia de la donante y decir que es posible dar una segunda vida a alguien que está sufriendo", ha afirmado.
El tejido donado procedía de la cara de una víctima de suicidio que también donó su corazón, riñones e higado. Los especialistas realizaron una serie de pruebas para asegurarse que era compatible y no se iba a producir ningún rechazo.
Durante la rueda de prensa, el cuerpo médico ha incidido en la rapidez con la que ha mejorado Isabelle: "La operación se realizó un domingo y siete días después la paciente ya podía alimentarse por sí sola". De hecho, durante su comparecencia ante la prensa, la mujer bebió un vaso de agua sin dificultad aparente e incluso esbozó una sonrisa.
Actualmente, Dinoire sigue realizando distintos ejercicios para fortalecer los músculos de la cara y se espera que, con el paso del tiempo, pueda ganar una mayor elasticidad en los labios.
Una vida normal
El doctor Bernard Devauchelle, cirujano de Isabelle, declaró hace unas tres semanas que la paciente estaba paseando por lugares públicos sin que nadie se diera cuenta de ello. Es capaz de hablar y de comer, decía este especialista en una entrevista con el periódico local 'Le Courrier Picard' el pasado 11 de enero.
La intervención consistió en un implante de labios, mentón y nariz procedentes de una donante. También se le inyectaron células hematopoyéticas procedentes de la donante para familiarizar a la receptora con los tejidos intercambiados.
El trasplante fue realizado por un equipo quirúrgico de tres hospitales distintos: el de Amiens, el de Lyon y el Universitario de Bruselas. Tras la operación, los especialistas informaron de que tenían que transcurrir unos 18 meses para observar la evolución del tejido trasplantado, la regeneración de los nervios y de los músculos de la zona.
"Durante un mes y medio no salí de casa por el miedo a la mirada de los otros […] Ahora tengo una cara, como todo el mundo", ha reconocido Isabelle.