DETROIT.- Los Pittsburgh Steelers cumplieron los pronósticos y tras 26 años de espera, lograron un nuevo título de Super Bowl del fútbol americano cuando el pasado domingo vencieron por 21-10 a los Seattle Seahawks en la cuadragésima edición del evento que se disputó en el estadio Ford Field de Detroit.
Nueva vez el super Bowl acaparó la atención de los televidentes y se afirma que en esta ocasión reunió a más de 100 millones de personas a frente a la pantalla chica.
Pittsburgh no ganaba el Super Bowl desde el año 1980, mientras que Seattle llegaba a su primer Super Tazón en sus 30 años de historia.
El mariscal de campo Ben Roethlisberger anotó el primer 'touchdown' de los Steelers al correr una yarda en el primer episodio, en una jugada polémica. En el tercer periodo, el receptor Willie Parker corrió 75 yardas para la segunda anotación de Pittsburgh. Pero un balón interceptado que consiguieron en el cuarto periodo fue la clave para lograr la victoria en el encuentro y así definir el resultado final.
Después de que los Seahawks habían logrado un avance importante que eventualmente les habría permitido anotar, cuando el parcial era de 14-10, un envío de Hasselbeck fue interceptado por el defensa Ike Taylor, en la yarda cinco de los Steelers. Cuatro jugadas después se dio la anotación de Ward, con la que prácticamente congelaron a su rival.
El propio Ward recibió un pase de 43 yardas que le dio perfecto el receptor Antwaan Randle, que había recibido el balón de Roethlisberger, convirtiéndose en la jugada decisiva y más espectacular del partido.
Pittsburgh se unió a los Dallas Cowboys y los San Francisco 49ers como los únicos tres equipos que se hacen de cinco títulos en la historia de sus respectivas franquicias.
Los Steelers se convirtieron en el primer equipo que clasificó como sexto y llegó a la final para ganar el Super Bowl, mientras que Ben Roethlisberger, de sólo 23 años, es ahora el mariscal de campo más joven en ganar un Super Bowl, después de que el mítico Dan Marino, fuera el más joven en jugar una final de la NFL.
Para su compañero de equipo Jerome Bettis fue un final perfecto para ir rumbo al Salón de la Fama, jugando en su casa, en lo que podría ser su última temporada como jugador activo. Con la victoria los Steelers se unieron a los New England Patriots (1985) en ser los únicos equipos en llegar al Super Bowl después de ganar tres partidos de postemporada como equipos visitantes.
Seattle, que perdió la oportunidad de hacerse de su primer título en los 30 años de historia de la franquicia, abrió el marcador con gol de campo de Josh Brown de 42 yardas en el primer episodio, mientras que en el tercero Jerramy Stevens capturó pase de su mariscal de campo Matt Hasselbeck de 16 yardas para poner el balón en la zona de anotación.