SANTIAGO.- La Policía Nacional busca, de manera activa, al joven Agustín Severino Rodríguez, a fin de ser interrogado por la muerte por estrangulamiento, de la niña Grises Altagracia Díaz Cabrera, crimen que ha consternado a los residentes del ensanche Hermanas Mirabal, donde residía la infante y su presunto victimario.
Aunque contra Severino la institución del orden no posee pruebas que lo incriminen, el hecho que haya desaparecido del barrio el mismo día en que fue encontrado el cadáver, así como la acusación directa que en su contra hacen los parientes de la niña, se han convertido en síntomas de que puede estar vinculado con el hecho.
Más allá de estas actitudes, en su contra no hay otros hechos que lo liguen al crimen de la niñita, hija de Bernardo Díaz Marte y Altagracia Cabrera Núñez. Ella desapareció el pasado martes y su cadáver fue encontrado el sábado en unos matorrales, a pocos metros de su humilde vivienda.
Un mar de conjeturas se mueve en torno al alevoso crimen pero, hasta el momento, los familiares de la niña ni la Policía han podido encontrar algún tipo de conexión entre víctima y victimario, por lo que aparentemente no hay motivo para que él cometiera el hecho, si en realidad lo hizo.
Los parientes de la menor admiten que no tenían problemas con Severino y, aunque persisten en la acusación, alegan que fue él quien mató a la niña “porque es un consumidor de drogas”.
Hoy, periodistas locales aprovecharon la presencia en esta ciudad del doctor Francisco Domínguez Brito, Procurador General de la República, y lo cuestionaron sobre el particular, calificando el asesinato como lamentable, que debe ser investigado y los culpables sancionados de manera rigurosa. “Ese crimen es completamente inadmisible, por lo que no debe quedar impune”.