SANTIAGO.- El comandante de la dotación Cibao-Central de la Policía Nacional, hizo hoy un dramático llamado al joven Agustín Severino Rodríguez, sospechoso de haber estrangulado una niña de cuatro años, para que se entregue a las autoridades, a fin de determinar su grado de responsabilidad.
Pero los vecinos del sector Hermanas Mirabal, donde vía la infante Grissel Altagracia Díaz Cabrera y el propio Severino Rodríguez, tienen otro objetivo con el supuesto homicida: lincharlo en la primera oportunidad en que se encuentren con él.
Con voz firme pero pausada, el general de la Cruz Consuegra pidió al inculpado que se entregue lo más rápido posible, por la vía que considere conveniente, para ser interrogado y, si fuera necesario, remitirlo a la justicia para que en los tribunales se determine si tuvo o no algo que ver con ese crimen, que ha consternado a los residentes en esa barriada y sectores vecinos.
Parientes y vecinos de la menor desean fervientemente que Agustín aparezca, pero para cobrarle con su vida la supuesta afrenta que cometió, al presuntamente estrangular a Grissel Altagracia, quien desapareció el martes y cuyo cadáver fue hallado el sábado, en unos matorrales próximos a su humilde vivienda.
La única oportunidad de vida que darían los indignados residentes en el barrio Hermanas Mirabal sería preguntarle al sospechoso por qué cometió el crimen "y, después que nos dé su versión, ahí mismo lo linchamos, para que no vuelva a cometer una barbaridad de esa naturaleza".
Esta tarde corrió el rumor en el barrio de que Severino Rodríguez había sido visto por el lugar. De inmediato, los vecinos salieron en su búsqueda, para cumplir la amenaza de lincharlo, pero el rumor no era cierto.
A esta evidente resuelta actitud de los lugareños se opone tajantemente el general de la Cruz Consuegra, quien insiste en que lo más adecuado es que el sospechoso se entregue a las autoridades, rechazando de plano que la ciudadanía tome la justicia en sus manos.
Severino Rodríguez emergió como el único sospechoso desde el momento mismo en que desapareció la niña, producto del testimonio de otro niño quien asegura que vio cuando caminaba con ella. Su situación se agravó debido a que no ha vuelto a aparecer por el barrio lo que, ante los ojos de los vecinos, termina de incriminarlo.