Señor director www.Diario Digital RD.Com
José Tejada Gómez (Cheo)
A sus manos.-
Leo su periódico desde que me enteré de su feliz existencia, y sobre todo, lo leo a usted y a su hermano German Santiago Tejada Gómez (cibao), (así le decíamos en el equipo de béisbol de Héctor Santana, fallecido a destiempo a los 23 años de edad).
Héctor era hermano de Freddy y Danilo y originamente eran del barrio San Antonio para mudarse de donde luego en los frente al Club Los Nómadas hoy propiedad de Tolben Jacquez.
Es una historia que traigo a colación que no sé si le guste, muy relacionada con su fructífera vida en el barrio donde se destacó usted como uno de los más serios dirigentes clubistas.
Yo estuve en el Club Amantes del Progreso de Vietnam de Los Mina, la vez que a usted lo sacó la policía y se lo llevó preso, junto a otros compañeros y fui quien salió junto a su hermano a avisar del hecho y a buscar ayuda.
Junto a German jugué pelota y una vez tuvimos que sacarlo escoltado de Mandinga donde lo querían matar porque como picher que tenía bola de fuego dio varios de sus pelotazos a jugadores del equipo contrario en su propio play.
Fundamos muchas organizaciones como el Círculo Literario Domingo Moreno Jiménez, donde su hermano se proyectaba como un gran poeta profesión que abandono después de que vendió su primer libro a un amigo con cuarto del Ensanche Ozama que lo publicó y se hizo famoso.
A German que le haga la historia que cuenta Marcial Mota en uno de sus opúsculos.
Memorizo todo esto porque me da mucho gusto saber, que gente amiga difícil de olvidar aunque ellos no se acuerden de mi (es un chiste) sigan hoy todavía aferrados al ideal de antaño porque el que luchamos tanto a brazos partidos.
Leo sus escritos y los de German como si fuera yo que los escribe y se los comentos a amigos recíprocos a los cuales los invito a ponerse en contacto con ustedes. A German lo odio y lo vivo y a usted lo admiro. A German parece que no le pasan los años puesto que sigue escribiendo poesía y dando cátedra de buena lectura, de la mejor que aprendimos en los años idos.
Me dicen que los dos se hicieron ricos, lo que no dudo ni envidio, porque desde que los conozco sé que la riqueza siempre les acompañó: la riqueza de buena voluntad y la riqueza de espíritu, de esa que no se vende en botica ni se adquiere en la gran manzana a donde fueron a parar por riqueza material muchos de nuestros amigos.
¡Allá ellos!, porque tanto ustedes como yo seguimos vivos, ustedes orientando correctamente a la población y yo bregando con trabajadores de la construcción, a los que a veces tengo que escondédmeles, porque bregar con gente, amigo Cheo, mucho más con gente con muchas necesidades y poca comprensión, es como hacerlo con un ejército enemigos.
Mire para atrás porque ahí está la razón de lo que es usted hoy, pero no retroceda un paso ni para tomar impulso.
Felicidades y hasta la victoria siempre.
Ing.Josè Rafael Olaverria Soto.
Residencial Italia, Santo Domingo Este.
Por la autopista de San Isidro.
08/02/06