Mucho se ha escrito y dicho sobre la necesidad de un ejercicio de la política sino impoluto, por lo menos que cierto recato cubra el accionar de algunos.
Como se ven y van las cosas, será difícil que algunos "dirigentes" entiendan que con su mal accionar están poniendo en juego no solamente la permanencia en la preferencia electoral de sus partidos, sin la posibilidad del surgimiento de un liderazgo extra-partid- os que en todos los casos no resulta de tanto beneficio como ha pasado en Venezuela.
No se puede seguir negando lo que todos sabemos, por eso ha sido buena la declaración de Danilo Medina de que existen tendencia y grupismo en su PLD, algo que siempre quisieron negar.
Y es bueno que un hombre de las condiciones de Eduardo Estrella anuncié que va a la calle con los candidatos del Reformismo, aunque no estaba de acuerdo con la alianza, y que hombres de la talla y las condiciones de nuestro apreciado amigo Víctor Gómez sea candidato, porque es garantía de seriedad e inteligencia, y de un buen accionar en pro del país.
Lo mismo que es bueno, claro, duro, pero sin medias tintas el accionar de Don Amable Aristy Castro, político entero, al que no hemos conocido, pero del que tenemos las mejores referencias.
Eso mismo debe pasar en el PRD, se transparente, que no se escondan las aspiraciones de algunos, que por escondidas resultan peligrosas y hasta malas para ese partido, en donde la hipocresía ha hecho aposento, y en donde un hombre como Miguel Vargas Maldonado avanza en el corazón del partido y de la base, con paciencia y sin hacer nada escondido.
Porque vamos a finalizar diciendo que si no lo saben los dirigentes de los tres llamados grandes partidos, el país se está hartando de tanto prometer, de tanto insultar, de tanto tirar la piedra y esconder la mano, de tanto reparto de dinero y de posiciones y de tanto pasar por encima de los intereses de las bases de los partidos.
Nada más hasta ahora, pero ni un poquito menos.