SANTIAGO.- Los miles de santiaguenses que el domingo en la tarde se colocaron a todo lo largo de la avenida Las Carreras, para disfrutar del espectáculo del carnaval, sin proponérselo fueron testigos de un acontecimiento sin precedentes: la disputa, de mala manera, de los lechones y comparsas.
El desagradable acontecimiento estaba previsto que ocurriera, pero de eso estaba ajeno el ciudadano común. Una asociación que aglutina a los lechones y las comparsas había advertido en el transcurso de la semana pasada que, si no se le incluía en los beneficios económicos que genera el carnaval, no harían el recorrido completo del desfile y que se limitarían a exponer sus vistosos disfraces en una área reducida del trayecto.
Dicho y hecho. Al no poder llegarse a ningún acuerdo, los lechones y las comparsas, materia prima del carnaval santiaguense, cumplieron con la advertencia y se exhibieron únicamente ante el público congregado en dicha avenida, pero en el espacio que componen las calles San Luís y Sabana Larga, negándose a llegar a los alrededores del Monumento a los Héroes de la Restauración, donde se concentra siempre la mayor cantidad de parroquianos.
La actitud de los encargados de la asociación que agrupa a los lechones y comparsas impidió que la gran mayoría de los asistentes no disfrutara de su presencia, lo que molestó a Enegildo Peña, vicepresidente del comité organizador del carnaval, quien amenazó con buscar a la Policía Nacional, para que los obligara a cubrir toda la ruta carnavalesca.
Los enmascarados y disfrazados son dirigidos por Nelson Ruiz, con quien Peña tuvo un fuerte altercado verbal. Al final, los lechones y las comparsas atendieron sólo las instrucciones de Ruiz, lo que molestó sobremanera al funcionario del área cultural en Santiago.
A pesar de que el carnaval de esta ciudad se celebraba desde tiempos inmemoriales, no fue sino a partir del pasado año cuando comenzaron a aflorar las divergencia entre el comité organizador y los que se disfrazan para dar mayor colorido al espectáculo.
Y todo porque, desde el año pasado, el comité organizador decidió darle a los canales de televisión de Santiago, compactados en la empresa "Medios Unidos del Cibao", la venta y difusión del carnaval. Los lechones reclaman una adecuada participación, al momento de distribuirse las ganancias económicas.
Para esta ocasión, se ha anunciado que se destinarán 500 mil pesos en premio, para las caretas y los disfraces más originales, reconocimiento que se hace desde hace años, pero la asociación que agrupa a los lechones reclama que le den ese dinero para repartirlo entre todos, a lo que se resiste el comité organizador.
Como fórmula para resolver el problema, la asociación de lechones habría planteado al comité organizador que, si en realidad van a dar algún incentivo económico a ese grupo, que previamente se firme un documento, donde conste ese compromiso, a lo que presuntamente se niegan los organizadores del carnaval santiaguense.