SANTIAGO.- Una turbamulta, armada de machetes y cuchillos, se presentó anoche a la “casa de guardia” de la Policía en esta ciudad, reclamando que le entregaran al asesino de una niña, para lincharlo. Y todo porque horas antes circuló el rumor que el individuo estaba preso, lo que resultó ser mentira.
El grupo quería que le entregaran a Agustín Severino Rodríguez, único sospechoso de haber estrangulado a la niña Grissel Altagracia Díaz Cabrera, de cuatro años, cuyo cadáver apareció cerca del barrio Hermanas Mirabal, donde residía, cuatro días después de haber desaparecido.
Esta mañana, el general de la Cruz Consuegra, jefe del comando Cibao-Central de la Policía Nacional, con sede en Santiago, al tiempo de informar sobre la acción que se vivió anoche en el cuartel, anunció que la institución de orden público va a ofrecer recompensa a la ciudadanía, con el propósito de conseguir pistas sólidas, que permitan la captura de Rodríguez.
Sobre el incidente de anoche en la “casa de guardia”, el alto oficial policial explicó que, tras persistir el rumor puesto a circular en la mañana de ayer, de que el supuesto asesino había sido apresado, una apreciable cantidad de gente se apersonó al lugar y, machetes y cuchillos en manos, reclamaba le entregaran al sujeto.
Se supo que, en principio, el grupo no quería aceptar que Severino Rodríguez aún no ha sido detenido, por lo que intentaron agredir a los agentes policiales que estaban de puesto allí, evitándose una desgracia debido a la resuelta decisión de los uniformados, de repeler cualquier tipo de agresión. Algunos de los intrusos fueron detenidos en el acto, aunque liberados horas después.
La niña Díaz Cabrera desapareció hace dos semanas y su cuerpo sin vida fue hallado en unos matorrales cuatro días después, certificando el médico legista actuante que falleció a consecuencia de ahorcamiento. Desde que se identificó a Severino Rodríguez como principal sospechoso del crimen, este desapareció del barrio.
Una indignación colectiva se apoderó desde entonces de los residentes en ese humilde sector santiaguense, hasta el extremo que se integraron brigadas para buscar y localizar al acusado, con el único propósito de lincharlo y, de esa manera, cobrarle la presunta afrenta cometida al asesinar a la menor.
La comandancia policial reiteró su pedido a quienes han integrado brigadas para localizar a Severino Rodríguez, a fin de que desistan de la actitud y permitan a la Policía Nacional hacer su trabajo, hasta lograr poner tras las rejas al principal sospechoso del estrangulamiento de la niña Díaz Cabrera.