SANTIAGO.- Agentes policiales empezaron en la mañana de este jueves a retirar los negocios ambulantes que cubrían gran parte del perímetro del hospital regional universitario “José María Cabral y Báez y otros tres centros médicos que funcionan en esa área. La limpieza del lugar se llevó a cabo ante la reticencia de las personas que habían convertido el sitio en una especie de mercado persa, ocupando las áreas reservadas para el tránsito de vehículos y peatones.
Hace algunas semanas, Diario Digitalrd.Com publicó una historia relacionada con la situación que se vivía en casi toda la verja del Cabral y Báez, producto de la variedad de artículos, tanto comestibles como de vestir, que se ofertaban en la zona.
Además de las autoridades de ese centro asistencial, reclamaron a la Policía que desalojara los venduteros los funcionarios del Hospital Oncológico, el de Servicios Médicos de Maestros (SEMMA) y el Instituto Dermatológico.
Mientras se ejecutaba la orden de desalojo, el doctor Rafael Candelario, director del departamento de epidemiología del Cabral y Báez, informó a la prensa que, mediante una carta, en el mes de octubre los dueños de esos improvisados negocios pidieron a las
autoridades de esos hospitales, que les permitieran funcionar hasta el pasado mes de enero.
“Nosotros aceptamos su pedido y acordamos que, a más tardar el siete de enero, debían dejar limpio el sitio, pero no cumplieron con lo pactado, por lo que hemos procedido a desalojarlos, utilizando la fuerza pública”, agregó.
“La evacuación de los venduteros que estaban en el perímetro en cuestión se había convertido en un clamor de los directores de los cuatro centros asistenciales afectados por el funcionamiento de esos negocios, que iba creciendo con el paso del tiempo”, dijo
Candelario.
De su lado, los afectados por la medida pusieron resistencia, reclamando que se les dejen sus improvisados negocios en el lugar, bajo el alegato de que son humildes padres de familia, que no cuentan con otro medio para ganarse la vida honradamente.