ESPAÑA.- El secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, destacó hoy la necesidad de que Latinoamérica aproveche las oportunidades que le ofrece el nuevo protagonismo de Asia en la economía mundial, abra sus mercados al resto del mundo y apueste por "más mercado y mejor Estado".
Durante su discurso de investidura como doctor "honoris causa" de la Universidad española de Las Palmas de Gran Canaria, Iglesias consideró que la importancia económica creciente de Asia, en especial de China, ofrece grandes oportunidades de desarrollo para Latinoamérica, pues los países asiáticos necesitan numerosos recursos naturales en los que el continente americano es muy rico.
Esta situación debe ser aprovechada por Latinoamérica sin desatender otros campos, como la economía del conocimiento o los servicios, a fin de reducir su dependencia del exterior y la vulnerabilidad que conlleva, aseguró.
El desarrollo económico de los países iberoamericanos pasa también por "más mercado y mejor Estado", lo que, para Iglesias, supone gobiernos más eficientes, economías más flexibles y mayor pragmatismo económico y político.
"Hoy -añadió- todos los gobiernos saben que hay cosas que es necesario hacer" en materia económica, al margen de cuáles sean sus idearios políticos”.
En su opinión, la democracia debe aún fortalecerse en Latinoamérica y los partidos políticos tienen que alcanzar acuerdos en los asuntos nacionales básicos, independientemente de sus diferencias.
Según Iglesias, el futuro de la economía latinoamericana exige más inversiones extranjeras, el incremento del comercio exterior, un mayor asociacionismo de las empresas y el impulso de sectores con grandes posibilidades de desarrollo, como los servicios.
Consideró que el desarrollo económico debe ir acompañado de mejoras sociales y una distribución de la riqueza más justa, pues actualmente el 40 por ciento de los habitantes de Latinoamérica vive en la pobreza y, de ese porcentaje, el 18 por ciento lo hace en la indigencia.
Para Iglesias, la globalización económica ha acentuado la disparidad entre pobres y ricos, ya que sólo han podido beneficiarse de ella las personas con educación y recursos suficientes.
La reducción de la pobreza, indicó, "no es sólo una cuestión social, sino también económica" porque su eliminación conllevaría un incremento de la producción.
Además, destacó la necesidad de que Iberoamérica profundice sus lazos culturales, al tiempo que transmite al exterior valores como la paz y la tolerancia en la que viven muchos de sus países y son un ejemplo para el resto del mundo.
EFE