El Parlamento Europeo y cinco relatores de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) han pedido a los Estados Unidos que cierre de “inmediato” la prisión de Guantánamo en Cuba y juzguen o pongan en libertad a los 500 prisioneros y algunos llevan retenidos sin acusación, alrededor de cuatro años.
EE.UU. ha contestado que no a las solicitudes internacionales, a las que ha calificado de “refrito”, ante la sospecha de que en Guantánamo se practican torturas similares a las de la prisión iraquí de Abu Ghraib y cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo.
También han negado malos tratos y el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan precisó que “de lo que estamos hablando que hay allí (en la prisión militar), es de peligrosos terroristas”.
En cuanto a las alegaciones: “sabemos que los terroristas de Al Qaeda están adiestrados para intentar difundir informaciones falsas”, añadió el funcionario.
Expertos de la ONU
En cambio, en Ginebra, cinco expertos de la ONU en derechos humanos estiman que el gobierno estadounidense actúa con estos 500 presos “como juez, fiscal y defensor, lo que viola las garantías del derecho a un proceso justo”.
En su informe de 54 páginas denuncian que a los prisioneros les son negados los derechos básicos, cuestionan las técnicas utilizadas en los interrogatorios y subrayan que se ha podido constatar por fotos y vídeos el “uso de violencia excesiva”.
Los expertos critican que ciertas modalidades de interrogación “autorizadas por el Departamento de Defensa de EE.UU. violan la Convención contra la Tortura”, así como “la ausencia de cualquier investigación imparcial sobre las alegaciones de tortura”.
Desde que en enero de 2004 el mundo vio llegar a los primeros prisioneros desde Afganistán, vestidos con un mono color naranja, con el rostro cubierto y apoyados en las alambradas, la prisión de Guantánamo, en la bahía cubana, ha estado cerrada a cal y canto a las peticiones de inspección internacionales.
Recientemente, Estados Unidos admitió la visita de inspectores humanitarios, pero no el diálogo libre con los prisioneros, por lo que los relatores de la ONU y Cruz Roja se negaron a entrar en la base naval estadounidense.
También el Parlamento Europeo ha pedido el cierre y el fin del “limbo jurídico” en que se encuentran los prisioneros y ha reiterado que “todos los prisioneros deben recibir un trato conforme a la legislación humanitaria internacional y ser juzgados en el plazo más breve posible, tras una vista justa y pública a cargo de un tribunal competente, independiente e imparcial”.
Los eurodiputados condenaron “todas las formas de tortura y de malos tratos” y la necesidad de respetar el derecho internacional” en la lucha contra el terrorismo.
Amnistía Internacional
“Es hora de que Guantánamo desaparezca” ha gritado asimismo, desde Londres, Amnistía Internacional que ha pedido “a los Gobiernos, los defensores de los derechos humanos y a los miembros de AI en todo el mundo que envíen este mensaje bien claro a los Estados Unidos”.
Para AI, Guantánamo es solo “la punta del iceberg” surgida tras los atentados del 11-S , Afganistán y la invasión a Irak, y denuncia que EE.UU. opera también en centros de detención en la base aérea de Bagram, (Afganistán); en Abu Ghraib (Irak), además de estar “implicado en el uso clandestino de instalaciones secretas” en otros países aliados.
Todos esos centros deben “abrirse al escrutinio internacional” insiste AI, que advierte que las violaciones de Estados Unidos a la ley internacional dentro de la lucha antiterrorista “están teniendo un enorme impacto en el mundo” y envía el mensaje equívoco a los Gobiernos abusivos de que “violar los derechos humanos es aceptable” en esos casos.
En estos años, según el informe de los relatores en Guantánamo ha habido actos que “equivalen a la tortura” como el uso de perros, impedir el sueño durante varios días seguidos a los presos o su aislamiento prolongado, todo ellos tratos que causan un sufrimiento extremo, que daña su salud física y psíquica.
Algunos han respondido con huelgas de hambre, que los médicos de la cárcel a la fuerza les han interrumpido.
No obstante, algunos han logrado salir de ese infierno tropical y entre marzo y mayo de 2004 Estados Unidos liberó a varias docenas de detenidos a los que no pudieron relacionar con acciones terroristas y solo en julio de 2004 se designó al primer tribunal militar.