Muchos quieren dar a entender que las cosas andan de maravillas en su partido, y hasta se alegran de los problemas de los otros.
Declaraciones y abrazos juntos, y en la intimidad se acaban uno a los otros porque todos los a-tos dirigentes de los llamados tres partidos mayoritarios quieren ser sino Presidentes de la República entienden que por lo menos candidatos.
Algunos han entendido que deben buscar por todos los medios confrontaciones internas para salir ellos como salvadores de la situación, mientras en la escogencia para los cargos en las elecciones de medio tiempo han puesto a pasar gentes que no fueron elegidas por las bases, que no han realizado trabajo alguno, y que solamente son fieles a ellos mismos y a los que le llevan al cargo hasta que no aparezca otro que le pueda dar algo mejor.
Y así las cosas, las bases de los partidos, las mismas que solamente sirven para pisarlas, para darles romo y dos o trescientos pesos en tiempos de campaña interna o externa, se quedan sin representación y cuando la tienen ha sido porque se han impuesto.
Esos que se abrazan a lo claro, pero se despellejan cuando están solos, son por lo menos los que ahora están dando la cara, porque otros se quemaron con Hipólito Mejia, y no atreven a sacarlas en modo alguno porque desde que se liga a un candidato con uno de ellos es derrotado en el acto.
Busca el PPH bien posicionarse para ver cómo pueden pasar por encima de las aspiraciones de Alburqueque que sabe que no puede ir, por encima de la de los difuntos, como los llama el mismo que los quemó, o viejitos jubilados como los llama Yayo Matías, y en eso andan cuando no quieren ver la realidad de lo que dicen las bases.
Esa realidad que ellos quieren opacar, y no quieren aceptar, es que las bases tienen candidaturas ya definidas para su voto, como las de Alfredo Pascheco, como las de Marino Lora en Haina, y la de Maniqui en la misma Haina, y lo que más le duele y provoca por lo menos a Hipólito es que ya escogieron candidato a la presidencia de la República en la persona de Miguel Vargas Maldonado, el único que entienden las bases puede frenar a los malagradecidos que quieren volver a los muertos que quieren resucitar, y los soñadores que no saben que ya su tiempo pasó.