ROMA.- Las protestas contra la caricatura a Mahoma se cobró al menos once personas muertas y otras 50 se encuentran heridas en la ciudad libia de Bengas tras una manifestación ante el consulado italiano. La Policía reprimió a la multitud con disparos, según los testigos.
El Ministerio italiano de Exteriores ha confirmado que ha habido una manifestación a unos metros del consulado que ha sido disuelta con dureza, al tiempo que ha señalado que los seis empleados italianos que se encontraban en el edificio -el único occidental en la zona- no han sufrido ningún daño.
Según la agencia italiana de noticias Agi, entre los fallecidos se encuentran también algunos de los policías que reprimieron la violenta protesta.
El comunicado oficial sobre el balance de muertos se hizo público casi a la misma hora en que de nuevo los manifestantes pretendían concentrarse ante la sede consular italiana, a la que intentaron prenderle fuego, pero sin conseguirlo, según relató el cónsul, Giovanni Franco María Pirello.
Han destruido la garita de la policía libia y después han incendiado cuatro automóviles que estaban en el aparcamiento del consulado, entre ellos el mío. Nosotros hemos abandonado el edificio cuando se vio con claridad que corríamos peligro y podían irrumpir en el consulado", dijo el diplomático italiano.
Dinamarca cierra la embajada en Islamabad
Por otro lado, este viernes, Dinamarca ha anunciado el cierre temporal de su embajada en Islamabad (Pakistán) como resultado de las violentas protestas por las caricaturas que aparecieron por primera vez en una diario danés.
"No estamos satisfechos con la situación de inseguridad y hemos cerrado temporalmente la embajada", dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lars Thuesen. El ministerio también emitió una nueva advertencia sobre los viajes a Pakistán, e instó a los daneses en el país a abandonarlo lo antes posible.
El diario danés 'Jyllands Posten' publicó el pasado 30 septiembre doce caricaturas de Mahoma por otros tantos dibujantes, posteriormente publicadas en Noruega y otros muchos países.
Dos de los dibujos han sido considerados especialmente ofensivos: el que muestra al Profeta con una bomba con la mecha encendida como turbante y otro en que, en el cielo, intenta frenar a los suicidas yihadistas con el aviso "se nos han acabado las vírgenes".