NUEVA YORK, (AFP) – El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, dijo este viernes que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, se "equivoca de plano" al pedir el cierre del centro de detención militar que Estados Unidos administra en Guantánamo (Cuba).
"Conozco a Kofi Annan y hay un montón de cosas en las que se puede concordar con él, pero aquí se equivoca de plano", dijo Rumsfeld ante el Consejo de Relaciones Exteriores, un centro de investigación sobre política exterior, en Nueva York.
"No debemos cerrar Guantánamo", dijo. "Tenemos varios centenares de terroristas, gente mala, gente que si sale, trataría de matar a norteamericanos", sostuvo.
"Cerrar ese lugar y pretender que no hay problema, no es realista", dijo.
Un informe de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, hizo público esta semana que los prisioneros en ese centro de detención son sometidos a abusos y dijo que debería ser cerrado.
Los expertos en derechos humanos de la ONU que escribieron el informe fueron invitados a visitar Guantánamo, pero declinaron hacerlo luego de que las autoridades estadounidenses no les permitieron entrevistar a los reclusos.
Pero Rumsfeld criticó duramente a Annan y a los autores del informe por no haber ido allá.
"El no ha estado en Guantánamo", dijo sobre Annan, y sostuvo que cientos de otras personas han visitado la prisión, incluidos legisladores estadounidenses, periodistas, y miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja.
"El lugar es manejado como cualquier otro centro de detención puede ser manejado", dijo.
Rumsfeld defendió la decisión de negar a los investigadores de derechos humanos de la ONU el acceso a los prisioneros.
"Si uno parte dejando que cada persona que desee vaya y entreviste a esta gente, usted no puede manejar una instalación como ésta", indicó.
"Ellos están tratando de obtener información de esta gente sobre lo que está pasando en el mundo del terrorismo", dijo.
Unos 500 detenidos de la "guerra contra el terrorismo" lanzada por Estados Unidos luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001 permanecen en la prisión de máxima seguridad localizada en un aislado rincón de la base naval estadounidense en Cuba.