La discordia entre muchos sectores de poder de Haití es jean Beltrand Aristide, cuyo derrocamiento financiaron para regresar de nuevo a una pesadilla que creían superada, el regreso de René Preval al Poder, y el del ex presidente Jena Beltrand Aristide a Haití.
Aunque lo ideal es que Aristide se tomara un descanso más en el exterior para ayudar a Preval a poner en orden la casa, es el presidente sudafricano Thabo Mbeki quien declara este domingo que el ex mandatario haitiano Jean-Bertrand Aristide podría regresar al país caribeño luego de consultar con el nuevo presidente de Haití, dijeron los medios locales.
La pregunta que se hace mucho es si convendrá a Preval que Aristide regrese rápido a Haití y de plantearse lo contrario, cómo lo explicaría desde el punto de vista legal y como lo justificaría ante las masas que apoyaron su retorno al poder.
Aristide ha estado exiliado en Sudáfrica desde el 2004, cuando abandonó el país en medio de un levantamiento generado por las acusaciones de abusos en contra de los derechos humanos y corrupción.
Mbeki dijo que no hay razón alguna para que el ex sacerdote católico no regrese a Haití luego de la elecciones de este mes, en la que el aliado de Aristide, Rene Preval, salió victorioso.
"Me imagino por todo lo que he visto y escuchado, que el presidente Preval no se opondría al regreso del presidente Aristide a Haití," dijo Mbaki a la estación radial SABC.
Luego de su derrocamiento, Sudáfrica insistió en que Aristide era con todo derecho el líder de Haití y que había sido derrocado por Estados Unidos y Francia.
Aristide, quien es aún es popular en las zonas pobres de Haití, ha guardado silencio durante la mayor parte de su estadía en Sudáfrica y, tras las elecciones, aún no se ha pronunciado sobre su posible regreso.