SAN JUAN DE SABINAS, México — La angustia vividas por socorristas y familiares que trataban de liberar a 65 mineros atrapados tras la una explosion de gas era dramática, ya que los obreros solo disponían de seis horas de oxígeno.
Los mineros sólo contaban con reservas de oxígeno para seis horas cuando ocurrió la explosión la madrugada del domingo, y las autoridades desconocen si tenían acceso a aire fresco. Los equipos de rescate no habían podido ponerse en contacto con los trabajadores atrapados en la mina cerca del poblado de San Juan de Sabinas, en la región norte del estado de Coahuila.
Varios trabajadores que se encontraban cerca de la entrada de la mina al momento de la explosión recibieron atención por fracturas y quemaduras, pero pudieron escapar con vida.
Los equipos de rescate trabajaban ininterrumpidamente para llegar hasta los mineros atrapados, algunos de los cuales estaban ubicados a una distancia de entre dos y cinco kilómetros de la entrada de la mina.
Los familiares se mantuvieron en vela toda la noche en el lugar, acurrucándose cerca de fogatas y envueltos en frazadas para protegerse del intenso frío. Algunos levantaron tiendas de campaña, mientras que otros durmieron en pequeños catres o sentados en sillas de plástico. Al salir el sol ayer, bebieron café caliente y tomaron galletas que les ofreció un grupo católico local.
Las autoridades no permitían el acceso de ninguna persona a la zona de seguridad.
“Lo que queremos es que nos digan qué está pasando y si han avanzado o no”, dijo Francisco Ordóñez, de 41 años, cuyo hermano de 23, José Alfredo, y un primo aún están atrapados. “La gente se está desesperando”.
Yadira Gallegos, cuyo cuñado Jesús Martínez, de 28 años, estaba apenas en su primera semana de trabajo en la mina, dijo llorando que “lo único que queremos es información, y todo lo que nos dicen es que no saben”.
Sergio Robles, director de los servicios de emergencia of Coahuila, dijo que los mineros llevaban oxígeno para seis horas.
Ayer, indicó que los rescatistas habían avanzado hasta 400 metros hacia el interior de la mina después de trabajar más de 24 horas para atravesar montones de escombros, piedras, metal y madera acumulados cerca de la entrada.
En conferencia de prensa, el funcionario dijo que se creía que al menos dos mineros que estaban a cargo de operar la correa de transporte estaban atrapados a sólo 100 metros más abajo.
Robles dijo que el techo de la mina estaba mejor reforzado después de los 400 metros, lo cual les da esperanzas de que al superar esa distancia podrán agilizar el ritmo del rescate.
La explosión ocurrió alrededor de las 2:30 de la madrugada del domingo a la mitad del turno nocturno, que comienza a las 11 de la noche.
Los esfuerzos de rescate también estaban siendo obstaculizados por la presencia de gases tóxicos, incluyendo monóxido de carbono, señaló Robles.