Federación Dominicana de Estudiantes o Qué?

SANTO DOMINGO.-El Cierre de dos de las puertas principales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) así como el poco acceso de los estudiantes para acudir a la biblioteca central de esa casa de altos estudios fue el detonante para que miembros de la Federación Dominicana de Estudiantes realizaran una protesta pacífica y se desnudaran en reclamo de esas demandas.
Un grupo de jóvenes que son los que representan a los miles de estudiantes que allí reciben docencia, protagonizaron unos de los escándalos más vergonzosos que se hayan podido escenificar en la UASD “ y mire usted que ahí han pasado cosas”.

Una protesta que bien pudo haber sido pacifica pero debió haberse buscado otra forma para reclamar tales demandas, esta acción lamentablemente terminó convirtiéndose en un hecho inmoral por que lesionó las buenas costumbres y la moral.

Muchas veces en el país queremos hacer acopio de acciones que son realizadas en países más desarrollados que el nuestro, pero que su modo de vida es diferente por ende el factor cultural también, sobre todo en este país tercermundista donde todavía estamos en pañales que por ende hay muchas otras formas de cómo reclamar o hacer valer el derecho que tienen estos estudiantes de hacerse la vida más viable dentro de ese campo de estudios.

Esta acción encabezada por el presidente de la Federación Dominicana de Estudiantes John García debe llamarlo a ellos mismos a la reflexión puesto que, ellos son los portavoces y representantes de miles de estudiantes y llego más lejos porque la FED es la representación de esos jóvenes ante el Claustro Universitario, organismo donde se reúnen las altas instancias de la UASD y se discuten todos los problemas y temas importantes.

Situaciones como esas ocurridas el pasado viernes 17 de febrero un día antes de celebrarse en el país, el “Día del Estudiante” no deben repetirse debido a las consecuencias negativas que un acto de esa naturaleza trae consigo, que en vez de ganarse la simpatía de otros adeptos se descalifican ellos mismos como dirigentes y personas de bien para servir de voceros a otros.