Vi como algo normal que los grupos de derechos civiles de Puerto Rico intentaran preservar los derechos legales de la periodista puertorriqueña, Laura Hernández quien entrara a territorio dominicano de mano del narcotráfico. Pues hasta un delincuente tiene derechos. Igual de normal vi los paños tibios con que la justicia dominicana tuvo con el caso. Ay !!,si hubiese sido un dominicanyork…
Lo que no ví normal fue cuando el querido Padre Luís Barrios, en un análisis del tema repartió responsabilidades, dejando prácticamente ilesa la comunicadora puertorriqueña y sus cómplices. La peor parte en la "distribución"" de culpas, en el análisis de Barrios la llevo el Presidente Leonel Fernández.
Me detengo aquí pues no hablo de un dominicano común, sino del Mandatario del Presidente dominicano, me guste o no. Y de que disiento de Fernández, hay demasiadas pruebas, como las hubo de mi disidencia contra el ex-presidente Hipólito Mejía, a pesar de haber trabajado en el plano cultural para un funcionario de su gobierno. Pero si me ubico como ente transnacional sin pretensiones intelectuales, ni periodísticas, ni psicoanalíticas, ni psicológicas, ni como "'salvadora"" del mundo, tengo que afirmar que soy dominicana en medio de un mosaico étnico en donde he de reafirmarme como tal cada día, estableciendo la diferencias y combatiendo por tanto los estereotipos. Ser dominicana en Estados Unidos es un reto.
Peor aun soy una dominicana que no está a tono con la globalización y es Fernández quien mejor la representa, pero he de barajar bien este juego, ya que nadie cambiará mi condición de dominicana excepto yo misma, solo Miriam Ventura puede asumir su identidad o sustituirla o compartirla con otras identidades.
Soy dominicana y está es una realidad tan palpable como que la comunicadora boricua, Laura Hernández -cuyas culpas Barrios, omitió y/o no analizó lo suficiente-, violó la ley como lo hacen algunos dominicanos al pisar el terreno del narcotráfico, y como lo hace el gobierno y la justicia dominicana al no combatirlo con energía.
El artículo como otras cosillas del medio ambiente de Nueva York, lo guardé en un jarrón hondo de porcelana al que llamo ""Maniqueo"". En el fondo, tal vez porque aprecio al Padre Barrios aguardaba con paciencia la oportunidad para juntarme con él y hacerle mis comentarios personalmente.
Sin embargo decidí sacarle a Maniqueo todos los papelitos guardados, de ahí que este Ensamble abra con Barrios, pero no es él y su particular estilo de análisis todo el "'cuerpo del delito…""
Cuando Jorge Ramos entrevista a los famosos, a los mandatarios, juega al azotador y Presidente que se deja entrevistar por Ramos Presidente al que le sale el cuco…Muchos lectores recordarán cuando el ex-presendente Hipólito Mejía, no solo se destapó con estupideces durante una entrevista de Ramos en el canal 41, sino que se quedó diciendo otra sarta de más de los mismo, mientras era grabado inconsultamente por las cámaras de Ramos y su canal.
El efecto logrado por Ramos fue tal que ni los propios periodistas dominicanos se manifestaron contra el ""abuso"", ético del entrevistador. Es más hubo quienes desde Miami, se identificaron plenamente con el entrevistador.
Hoy el combatido y combativo Presidente Hugo Chávez tiene que decirle a Ramos, hey, ""usted esta hablando con el Presidente de Venezuela"". Pero es Evo Morales, el flamante Presidente de Bolivia, quien, le puso un pare con conciencia de clase a las manipulaciones de Ramos.
La señora Vicky Pelaez quien escribe artículos de opinión muy buenos pero desde un solo bando, y en los cuales no cede un solo milímetro de bonanza al imperio donde vive, al titular su artículo relativo su encuentro con ex presidente Mejía, parecería darle apoyo moral al hostigante de Jorge Ramos. El artículo de Peláez, se titulaba: Los periodistas que no le gustan a Mejía.
Para fines de mantener la cosa clara. La comunidad puertorriqueña y la mexicana son los parámetros de partida, son inspiración, el catalogo a la hora de hablar de experiencia étnica o migracional. Son la referencia obligada para otras comunidades más recientes. La comunidad dominicana aprende, imita, supera, propone, ejecuta y se cuenta hoy en los censos de los Estados Unidos. Los dominicanos/as aportan, existen como realidad.
Una realidad que es omitida o ""rescatada"" conveniente por algunos, mismos que no siempre expresan su opinión cuando los diarios grandes en la urbe traen en sus titulares: Dominicana golea a su hija o Dominicano es pedido en extradición. (Da la casualidad que este dominicano es ciudadano norteamericano y le corresponden las dos ciudadanías.)
En cambio sí podemos leer respecto a crímenes y actos bochornosos: Hispana mata a su hija en Brooklyn, por ejemplo. Y resulta que para esa hispana si no es dominicana, la nacionalidad no existe al menos para el medio que publica la noticia. Nacionalidad que sí se consigna con grandes titulares para acusar y poner en evidencia si el victimario/a es de origen dominicano.
Y es que el maniqueísmo no está solo en el jarrón donde guardo papeles, sino que es una visión en sí misma. Los maniqueístas solo parten de lo negro y lo blanco. Y en política el maniqueísmo niega la dialéctica, y ésta es o debiera ser el alimento de un buen revolucionario.
Son maniqueístas aquellos que dicen no creer en el consenso solo cuando les conviene o cuando consideran que pueden suplantar la mayoría o imponerles sus criterios, digo conveniente porque son muchos los anti-consensos que para llegar consultan, "forean", entiéndase de foros y otras mojigaterías consultivas, pero una vez llegan se ocultan detras de asesores y estrategas, y jamás le vuelven a dar participación a las bases.
Un ejemplo de maniqueísmo en la comunidad dominicana y en voces agorera que dicen "defender"a los dominicanos/as, fue cuando la familia del fallecido cineasta dominicano Albert Carvajal, residente del Condado de El Bronx clamó justicia y toco puertas en la comunidad dominicana sin que nadie les tomara en cuenta. Carvajal herido de gravedad en la calle 23 del vecindario El Vedado, en La Habana murió horas después y sus familiares y su viuda alegaron muerte por descuido.
Solo el entonces cónsul Dominicano José Pimentel Pacheco y el Consejo Consultivo que funcionaba en la Casa de la Cultura, mediante comunicación a la Misión Cubana, solicitaron esclarecimiento del caso. Le pregunto a los/as maniqueístas de la comunidad y a sus "'defensores""voluntarios/as dónde estaban entonces?.
En esta fiesta tenemos maniqueísmos de izquierda y de derecha. Encontramos que la lista de maniqueístas en la comunidad y en la clase periodística dominicana o fuera de ella es demasiado grande. Ejemplos de este maniqueísmo lo vemos incluso en las organizaciones culturales, de profesionales, y en la conducta elitista y maquiavélica de algunas feministas del patio del Alto Manhattan que a diario nos venden gato por liebre
Y como el maniqueísmo está de fiesta permítaseme danzar a mi también solo que con cierto maniqueísmo nacionalista. Pues lo prefiero para variar, antes que recurrir al camuflaje y a las agendas ocultas, en este breve espacio digital ser mas nacionalista que el papa"" .
Me declaro maniqueísta en el contexto de reafirmarme como dominicana siempre que otros/as se reconfirmen en frentes desde donde se asuman defensores"' voluntarios de una dominicanidad, de unos héroes y heroínas en los que no creen, pero prestos a usar su maniqueísmo bueno y malo de acuerdo a los escenarios de representación.
Por el momento me apego al legado de Juan Pablo Duarte, y mi performance de hoy es ser dominicana, también, de pura sepa…