WANAMENT.- La violencia política en Wanament ha disminuido desde la reunión que fue organizada el 25 de enero del 2006 por la Comisión de la sociedad civil de Wanament, el párroco de la iglesia católica de esta ciudad fronteriza y el obispo de Fort-Liberté.
A esta reunión fueron convocados los líderes de los grupos armados y partidos políticos en conflicto, que se peleaban a balazos, pedradas y botellazos, para que pudieran dialogar y llegar a acuerdos; efectivamente, al final de la reunión pactaron una tregua que ha contribuido a establecer la paz, de la cual hasta ahora los ciudadanos gozan y que ha durado a lo largo del proceso electoral y aún después de la publicación de los resultados definitivos de las elecciones presidenciales.
Por ejemplo, el jueves 16 de febrero a las 2 de la tarde, los partidarios de René Préval escoltados por la Minustah celebraron pacíficamente la victoria de su candidato a los comicios presidenciales del 7 de febrero del 2006 y lanzaron mensajes a favor de la paz, la reconciliación y la unión en casi todas las calles que recorrieron.
Felicitamos a todos los grupos políticos que hasta ahora han manifestado su sentido de responsabilidad al cumplir con sus promesas y respetar el acuerdo que habían pactado en presencia de la Comisión de la sociedad civil de Ouanaminthe, del padre de la parroquia de dicha ciudad, Pierre Ernest Joseph, y del obispo de Fort-Liberté, Monseñor Chibly Langlois.
Sin embargo, desde el mes de febrero, un clima de inseguridad ha prevalecido en Wanament donde, desde las 9 de la noche hasta las 6 de la mañana del día siguiente, se escuchan disparos de armas pesadas en diferentes partes de la ciudad y gente fuertemente armada siembra terror, principalmente en el centro y en algunos barrios.
Estos individuos armados operan a sus anchas y con libertad, por ejemplo: las personas que salen de los sitios de diversión nocturnos o que se encuentran ahí son asaltadas, maltratadas y hasta violadas; los pequeños comerciantes (hombres y mujeres) que van al mercado binacional de Dajabón hacia las 5 y 6 de la mañana no se salvan; los ciudadanos y ciudadanas tampoco pueden andar a estas horas, aún en caso de emergencia, sin correr el riesgo de ser contados entre las víctimas.
A continuación presentamos tres hechos en particular que nos han indignado en cuanto organismo defensor y promotor de derechos humanos en la frontera Norte haitiano-dominicana:
El domingo 5 de febrero a las 9 de la noche, alrededor de 14 jóvenes que salieron de un bar llamado “Panorama Bar” fueron asaltados y muy maltratados. 2. El martes 14 de febrero hacia las 8h30 de la noche, un grupo de bandidos armados entraron al patio de un club nocturno llamado “Onic”; el balance es muy triste: robaron a casi todos los que se hallaban ahí celebrando el día del amor y la amistad; violaron a adolescentes, muchachas jóvenes y mujeres adultas; hirieron a una persona con un tiro en la mano; secuestraron a otra persona y la liberaron el día siguiente. 3. Sobre la carretera Cabo Haitiano
Wanament, hay un lugar llamado Morne Cassis (Mòn Kas, en créole) donde los delincuentes vuelven a sus prácticas criminales, que habían parado provisionalmente en el mes de diciembre a causa de la acción conjunta y fuerte de la Minustah, la Policía y las autoridades judiciales del departamento del Noreste.
Estas prácticas consisten en que los delincuentes se esconden en la carretera (que es muy frecuentada porque une Cabo haitiano y Dajabón, donde se realiza el mercado binacional más importante de la Isla) y se aprovechan del mal estado de la carretera para hacer parar los camiones públicos y obligar a los choferes a desviarse hacia zonas inhabitadas donde extorsionan, roban y violan a los pasajeros y pasajeras.
Condenamos este clima de inseguridad y estos actos criminales que han dejado muchas víctimas en el seno de la población civil, principalmente de Wanament; pedimos a las autoridades y poderes públicos que intervengan lo más pronto posible ante esta situation de violaciones masivas a los derechos humanos, de ausencia de ley y de orden. Al mismo tiempo, exigimos que se dé una respuesta clara a la petición a favor de la seguridad en Wanament y en la carretera Cabo Haitiano-Wanament que muchos ciudadanos, ciudadanas y organizaciones de la sociedad civil del Noreste habían firmado y dirigido a las fuerzas de orden (la Minustah, la Policía nacional de Haití, las autoridades judiciales), las autoridades locales, municipales y nacionales en fecha 23 de agosto del año 2005.
De la misma manera, seguimos pidiendo justicia y reparación para que el ciudadano Bruce Mervilus, que recibió una bala perdida en su columna vertebral el 12 de enero del 2006, obtenga todos los medios y apoyo económico y humano necesarios para ser operado en República Dominicana, donde se encuentra ahora luego de que ciudadanos, ciudadanas y organizaciones de la sociedad civil de Wanament le ayudaran a trasladarse. Recordamos que el 12 de enero del 2006 es la fecha inolvidable en la que las fuerzas del orden (la Minustah y la Policía Nacional de Haití) de Wanament intentaban controlar a un grupo de manifestantes que se oponían a la repatriación de 24 cadáveres de inmigrantes haitianos, que habían muerto asfixiados el 11 de enero en una furgoneta cuando viajaban ilegalmente a República Dominicana.