BAGDAD.-A pesar de los intentos de los líderes religiosos para frenar la tensión entre sunnitas y shiítas y del toque de queda, la violencia no cede en Irak. Hoy, al menos cinco personas murieron y otras 25 resultaron heridas, varias de ellas de gravedad, tras explotar un coche bomba en un mercado de la ciudad de Kerbala, donde la Policía detuvo al presunto autor. Además también hubo actos de violencia en Bagdad y Baquba.
A raíz de estos nuevos ataques generados a raíz del atentado a un santuario shiíta en Samarra, el ministro de Defensa iraquí, Sadun al Duleimi anunció la prorroga del toque de queda en cuatro provincias, incluida Bagdad, hasta el próximo lunes.
En una rueda de prensa en Bagdad, Duleimi también reconoció que un total de 61 mezquitas sunnitas han sido atacadas en represalia por parte de los shiítas tras el ataque del pasado miércoles contra el santuario de Samarra, al norte de la capital.
Además, informó que la cifra de muertos a raíz del conflicto religioso es de 119 personas. El ministro desmentía así las afirmaciones de la Comisión de Ulemas Musulmanes (CUM), la máxima institución político-religiosa de la comunidad sunnitas, que eleva la cifra de los muertos a más de 200 y la de los templos atacados a unos 180.
En Kerbala, a 100 kilómetros al sur de Bagdad, un vehículo cargado con explosivos y manejado por control remoto estalló esta mañana en un área del norte de la ciudad donde hay varios lugares sagrados para los musulmanes shiítas.
La explosión se produjo en un área situada a unos 5 kilómetros del santuario del imán Hussein (nieto del profeta Mahoma e hijo del cuarto califa musulmán Alí), uno de los lugares más venerados por los shiítas.
El ataque forma parte de la ola de violencia que sacude Irak desde el miércoles pasado.
La ola de violencia también golpeó hoy en una huerta al sur de Baquba, donde doce agricultores fueron asesinados a balazos; y en Bagdad, donde estalló una bomba y mató a dos miembros de las fuerzas de seguridad durante el funeral de la periodista iraquí del canal Al Arabiya.
En distintos barrios de la capital, la Policía iraquí también encontró hoy 25 cadáveres, con signos de disparos. La mayoría pertenecen a las fuerzas de seguridad.