Los Partidos político que en cada proceso electoral, alquilan su nombre o otra institución similar, se convierte en Partidos águila. No se detiene en ningún sitio, a formar una coalición estable, sus dirigentes los mueven más sus intereses personales, y levantan sus alas, sin sonrojarse ante nada, a la luz de que sus beneficios particulares, siga creciendo, sin importarle nada ni nadie.
En países como los Estados Unidos y México, existen esas clases de Partidos. En un encuesta realizada recientemente por el prestigioso periódico La Reforma, de la ciudad azteca, se pudo comprobar que los Partidos águila, son los Partidos, más rechazado por los electores, cuando se les preguntó las razones de su rechazo, hacia esas organizaciones políticas, se comprobó que su rechazo, se debía a que la gente tiene la percepción de que son Partidos de alquileres, Partidos de negocio, donde su dirección, solamente les interesa dominar una parte del poder del Estado, no los intereses de la población.
La realidad, en política, es la percepción. La percepción de la gente del Partido Reformista Social Cristiano hoy, es que ese Partido se ha convertido en bisagra, atrapado en los intereses de un grupo, apegado a una cuota de poder, un Partido dirigido por un grupo mercaderes de la política que se venden o se alquila al mejor postor en este casa Don Hipólito Mejía