El doctor Joaquín Balaguer era lo más perverso, tramposo y criminal que había dado la política dominicana en toda su historia hasta que en un acto celebrado en el Palacio de los Deportes el viejo líder le subió las manos al doctor Leonel Fernández para entregarle el poder poco después.
Balaguer se convirtió en prócer, padre de la democracia, porque en un acto ominoso y racista que debió llenar de vergüenza a muchos de los presentes que tenían sus padres y sus madres en el cementerio, asesinados durante los gobiernos de quien les regalaba el poder en bandeja de sangre y de traición a los más elementales principios políticos y morales.
Balaguer pasó de malo a bueno, en un abrir y cerrar de ojos. Aquel Frente Patriótico que impidió que Peña Gómez fuera presidente de la República, era bueno y válido ante los dirigentes del PLD que tuvieron el descaro de llevar al lugar de la capitulación al profesor Juan Bosch, a sabiendas de que estaba enfermo, de que no estaba en condiciones de discernir.
Al hombre a quien Balaguer le subió las manos y le regaló el poder, era el mismo que años antes lo había calificado de tramposo, perverso y asesino de revolucionarios en el libro "Raíces de un Poder Usurpado" donde hace una "radiografía" de las elecciones de 1990, y denuncia que Bosch – oh, ironía del destino- no perdió esos comicios, sino que Balaguer le hizo"un fraude colosal".
Esa alianza, Balaguer-Leonel, PRSC-PLD, era buena, incluso patriótica porque impidió que un negro llegara a la Presidencia de la República.
Ahora la alianza del Partido Revolucionario Dominicano con el Partido Reformista es "reaccionaria", "satánica", "diabólica", "maldita" y hasta "anti-nacional", y debe ser enfrentada con todas las armas que dan el dinero y el poder.
Sin embargo, llaman "progresista" su "alianza" con grupúsculos que, en la mayoría de los casos, no representan más que el vandalismo y el oportunismo político encabezado por lúmpenes.
Los principales dirigentes del PLD dicen que no le temen a la alianza rosada, que por el contrario, les favorece, que están felices. Su risa es mueca de amargura y frustración porque hicieron todo cuanto estuvo en sus manos para impedirla, pero la sensatez de la mayoría reformista se impuso. El país ignora todo cuanto hizo el gobierno para evitar la alianza PRD-PRSC. Por una razón muy sencilla: saben que esa alianza, de concretarse en todas las provincias, incluso en las que los negociadores no se pusieron de acuerdo, los derrotará. Será otra derrota vergonzosa, como la del 2002 que los dejó con apenas un senador. Si la alianza rosada toma la fuerza que debe tomar, el PRD puede ganar entre 18 y 20 senadores, el PRSC entre 8 y 10, dejando al PLD con 3 o 4. La pela sería similar en la Cámara de Diputados y en los ayuntamientos.
Por eso, porque la alanza rosada les dará en la madre, como se dice popularmente, los dirigentes del PLD están temblando, más asustados que los chivos. Urge pues, debilitar la alianza, desacreditarla, otorgarle todos los calificativos dañinos, para lo cual ya han sido debidamente "orientadas" las bocinas, muchas de las cuales, dicho sea de paso, tienen militares y policías franqueadores pagados con nuestros impuestos. Ya está contratado nuevamente el "rumorólogo" colombiano usado en la campaña presidencial con muy buenos resultados. Por cierto, ese señor fue expulsado de Asociación de Consultores Políticos Latinoamericanos por su falta de ética.
El PLD se propone pescar en río revuelto aprovechando los disgustos lógicos y hasta válidos, de muchos perredeístas que necesariamente quedaron fuera de las boletas, porque de lo contrario, la alianza sencillamente, no era posible, algo que al parecer no entienden muchos. El interés personal se impone muchas veces en el PRD. Lamentablemente. Esos "disgustados" del PRD y del Partido Reformistas, están siendo acosados por el gobierno para incluirlos en la boleta oficial. No sólo les están ofreciendo senadurías, diputaciones, sindicaturas y regidurías, sino cargos públicos y dinero, mucho dinero, lo cual prueba la falta de ética de los oficialistas. Y que no hay alegría, al contrario, ha cundido el pánico.
La alianza rosada -no me gusta el nombre- tiene que prepararse para la embestida del gobierno, que será bestial.
PD: los promotores de la alianza rosada después de terminar con las boletas de todo el país, tienen que trabajar en la propuesta de lo que llaman "proyecto de nación", que será lo que le dará contenido y hasta razón de ser al acuerdo político. ¿Estamos?