TUCSON, Ariz. (AP) — Juan Uribe llegó al clubhouse de los Medias Blancas tras solucionar los problemas con su visa que provocaron su llegada tardía. Aunque se enteró que su rol con los campeones defensores estaba a punto de cambiar.
Será el campocorto titular. Eso es seguro.
Si consideramos su gran atrapada en territorio de foul cayéndose a las gradas en la novena entrada del cuarto juego de la Serie Mundial, o su bonita jugada que terminó en el último out que le dio a Chicago su primera Serie Mundial en 88 años, esto era una obviedad.
Pero su rol y su posición en la orden de bateo serán drásticamente diferentes. No estará en la parte baja de la orden de bateo, bateando octavo o noveno. Estará al principio de la misma, ya que bateará segundo. Es uno de los tantos pequeños cambios que los Medias Blancas probarán esta primavera.
"Estoy muy contento bateando octavo o noveno. Si ponen en la segunda posición, estaré felíz también", dijo Uribe.
Este puede parecer un detalle menor, pero todo apunta hacia algo más grande: Los Medias Blancas no han seguido su teoría de seguir haciendo lo que está funcionando.
No hicieron grandes cambios en esta temporada baja, pero tampoco se quedaron inmóviles.
"Seguiremos movilizándonos", dijo el gerente general Ken Williams.
El equipo del 2006 ciertamente tendrá un aire diferente al que ganó el campeonato hace cuatro meses.
Sumaron el poder de Jim Thome, la versatilidad de Rob Mackowiak y a Javier Vázquez para que le agregue profundidad a la rotación de lanzadores. Ya no están en el equipo Frank Thomas, Carl Everett y Aaron Rowand, quien fue cambiado por Thome.
Mientras Uribe bateará segundo esta campaña, Tadahito Iguchi –el mánager Ozzie Guillén lo llamó el JMV por momentos por su juego poco egoísta– pasará a batear sexto o séptimo para tener la oportunidad de impulsar más carreras. Bateó para .278 con 15 cuadrangulares y 71 carreras impulsadas como novato el año pasado tras jugar ocho años en Japón.
"Si Uribe se siente cómodo y hace lo que tiene que hacer en la segunda posición, creo que nuestro equipo mejorará ofensivamente", dijo Guillén.
Eso significará realizar toques –terminó igualado con Iguchi la temporada pasada por el liderazgo con 11 sacrificios–, no abanicar para que Scott Posednik pueda robarse bases y ser más disciplinado en el plato. Uribe bateó para .252 con 16 cuadranguñares la temporada pasada, pero podría ver mejor lanzamientos en la parte alta de la orden de bateo.
"La razón por la cual dije que Iguchi fue mi JMV la temporada pasada fue porque en muchas ocasiones no lo dejé batear", dijo Guillén. "Y ahora estoy haciendo lo mismo con Uribe. Espero que lo entienda".
Guillén también ha hecho un cambio de entrenadores, ya que ha cambiado de funciones a Tim Raines y a Harold Baines. Raines pasará de entrenar la primera base a entrenar la banca y Baines pasará a primera.
Tras que el JMV de la Serie Mundial Jermaine Dye fue muy exitoso como tercer bateador en la postemporada, Guillén lo estará relegando la quinta posición y dejará que Thome se haga cargo de la tercera colocación.
Los Medias Blancas se apoyarán en el novato Brian Anderson, para reemplazar a Rowand en el jardín central. Guillén también deberá encontrarles reemplazos a los relevistas Damaso Marte y Luis Vizcaíno y determinar que hacer con el talentoso y joven lanzador Brandon McCarthy –abridor o relevista–, que lanzó bien sobre el final de la temporada pero no formó parte del plantel que participó de la postemporada.
Williams dijo que a pesar de los cambios, habrá un buen ambiente en el clubhouse, aunque más ofensivo y con más profundidad.
"Es un ambiente que requiere de cambios constantes, y no nos veo como una organización de un solo éxito", dijo. "Quiero asegurarme que tendremos un éxito constante. Ese fue el plan original y la meta original. Y no hay razón para cambiarla".