VIÑA DEL MAR.- Es cierto, le tocó el público más difícil en lo que va del Festival. Pero Julio Sabala sufrió porque no pudo cumplir con algo que había prometido: ser lo más rápido posible en los cambios de sus personajes. Y eso le hizo todo mucho más difícil.
El monstruo no estaba para esperar mientras un grupo de bailarines hacía coreografías. Las pifias se intensificaban e incluso las demoras hicieron ver mal a la pareja de animadores, carentes de la capacidad de improvisar.
Sabala tardaba en los cambios y cómo no, si sus imitaciones son elaboradas. José Luis Rodríguez, Bob Marley, Juan Luis Guerra (de dos metros de altura), y Juan Gabriel fueron capaces de sacar aplausos y sonrisas del público, pero tampoco como para calificar la rutina de exitosa.
No fue un triunfo el del dominicano, sino más bien una derrota. Porque a pesar de su talento y de la similitud de sus personajes con la versión original, no fue ágil y pagó caro ese precio.
Sabala tuvo una explicación más simple y quizás menos convincente: “yo vine a hacer la rutina para la que me contrataron”, dijo.
Los comentaristas dijeron que en parte del fracaso del imitador, que una década atrás tuvo un éxito espectacular en el mismo escenario, se debió a que prolongó innecesariamente algunos pasajes de su actuación, repitió imitaciones muy conocidas aquí, como las de Julio Iglesias, José Luis Rodríguez y Juan Gabriel. Además, imitó canciones de esos artistas que no son las más populares.
Antes que saliera a escena la imitación de Julio Iglesias, ya gran parte de la Quinta, especialmente la galería, alzaba los chanchitos Juanito para exigir la presentación de los Chancho en Piedra.
Pese a ciertos momentos de entretención, como el porrazo de Juan Gabriel, Sabala cerró su show entre pifias y sin siquiera ese premio que él había pedido al salir a escena.
Esta noche, la tercera de Fesrtival, no había espacio para humoristas ni artistas de ninguna talla, que no fueran A-Ha y los Chancho. Ya lo habían experimentado en carne propia Los Tigres del Norte y Javier Estrada. Ahora le tocó a Sabala. Tres víctimas en un sólo día.