SANTO DOMINGO.-El cantante mexicano Luís Miguel tiene cita el miércoles en la corte de Aspen, Colorado, para defenderse del cargo de agresión con lesiones del que fue acusado tras el altercado en el que se vio involucrado en enero.
La defensa legal de dos personas que dijeron haber sido agredidos físicamente por Luis Miguel demandaron al cantante mexicano por daños y perjuicios, lo que implica una suma millonaria.
El cantante debe enfrentar primero el proceso judicial por "agresión y lesiones" -un delito menor- por presuntamente haber golpeado en la cara a a Jason Randall Moan y al, promotor de bienes raíces de Los Angeles, William Hayward, cargo que Luis Miguel y su guardaespaldas, Julio César Cámera niegan.
El caso no se presenta fácil, según comentó Werst a la revista Mira, ya que ningún medio posee información sobre el altercado y nadie sabe lo que realmente sucedió la noche del 3 de enero pasado en el restaurante Olives del hotel St. Regis, en Aspen, Colorado.
Werst confirmó que su equipo legal sabe de la "existencia de videos" de lo que sucedió esa noche en el resturante Olives y no descartó "adquirirlos para -afirmó- el interés de mis clientes".
Según un empleado del bar del restaurante Olives, el año pasado por las mismas fechas -el cantante acostumbra pasar Año Nuevo en el mismo lugar- le tocó a su entonces novia Mirka Dellanos presenciar una escena.
En esa ocasión Luis Miguel ordenó una botella de uno de sus tragos proferidos: Luis XIII, cuyo precio es superior a los tres mil dólares. Como el cantinero se tardó en abrirla, el cantante fue hasta el bar, le quitó la botella y ahí mismo la rompió, según la versión.
Algunas versiones de testigos, defienden a El Sol sobre lo que realmente sucedió el 3 de enero y afirman que Luis Miguel estaba muy tranquilo con su novia Aracely Arámbula y aunque sí participó en el altercado "nunca golpeó a nadie", según dijo uno de los presentes.
Luis Miguel no ha escatimado en su defensa y ha contratado los servicios legales del prominente letrado Lawson Willis, ex vicefiscal de Aspen, quien por ahora ha preferido guardar silencio sobre el caso.
Luis Miguel podría correr la misma suerte que el actor australiano Russell Crowe, quien golpeó con un teléfono a un empleado del hotel Mercer en Nueva York y el empleado demandó por millones de dólares.