SANTIAGO.- Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, Arzobispo Metropolitano de Santiago, urgió a los dominicanos imitar las acciones de los fundadores de la patria con lo que, según su apreciación, se contribuiría notablemente a hacer cada vez más grande e independiente la nación dominicana. De manera específica, monseñor de la Rosa y Carpio se refirió a la cada vez más creciente ola de violencia y de delincuencia que arropa a casi todos los sectores de la vida nacional “lo que está atemorizando a la sociedad dominicana”.
El llamamiento del prelado católico se produjo en la mañana de este lunes, mientras encabezaba un Tedeum celebrado en la Iglesia Catedral de esta ciudad, en ocasión del 162 aniversario de la independencia nacional, a la que asistieron las principales autoridades policiales, militares y civiles de esta demarcación.
Recordó que, antes del 27 de febrero de 1844, los dominicanos de esa época sentían temor por la represión del régimen haitiano “pero hoy sentimos temor por el auge que están logrando la violencia y la delincuencia”.
Sin embargo, reconoció que, en estos momentos, el país cuenta con los recursos humanos suficientes para enfrentar con buen éxito la violencia y la delincuencia, como son los medios de comunicación masivos, los maestros, las familias y los comunicadores.
“También ahí están los jóvenes y otras muchas gentes preparadas y capaces de trabajar en esa dirección, pero lo importante es encontrar el poder, el camino suficiente que nos permita romper esas ataduras económicas que no nos dejan avanzar y en lo que tenemos que trabajar todos”, enfatizó.
En la homilía que pronunció, monseñor de la Rosa y Carpio criticó a quienes poca cosa hacen, a favor de que los males que aquejan al país encuentren solución “mientras se pasan la vida criticando pero, al mismo tiempo, ajenos a lo que acontece a su alrededor”.
Otra actividad de importancia celebrada hoy en esta ciudad, fue el tradicional desfile por calles y avenidas, exaltando los nombres de los forjadores de la nacionalidad dominicana.
En esta oportunidad, la marcha culminó por los alrededores de la estatua del patricio Juan Pablo Duarte, localizada en la avenida que lleva su nombre, localizada al lado del edificio donde se alojan las oficinas del Ayuntamiento local.
Delegaciones de las diferentes escuelas y colegios participaron en el desfile, que fue observado por las principales autoridades del pueblo, desde una tarima preparada para tales fines.