SANTIAGO.- El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) del Ayuntamiento de Santiago efectuó la primera Mesa de Coordinación Técnica, con la presencia del síndico José Enrique Sued, profesionales y técnicos vinculados a instituciones que inciden en la planificación, gestión y regiduría del territorio, con el fin de identificar, evaluar y consensuar los diversos criterios para establecer el límite urbano de la ciudad. Con este instrumento, la Oficina Municipal de Planeamiento Urbano podrá regular el acelerado crecimiento hacia algunas zonas, y promover el desarrollo hacia otras, estableciendo nuevos criterios del desarrollo urbano relacionados con el uso del suelo, preservará las áreas rurales de vocación agrícola.
Además, se renovarán áreas deprimidas, potencializándose las zonas mejor “servidas” por las redes de servicios; y llevando la densidad poblacional a índices más convenientes, (entre 100 y 200 habitantes por kilómetro cuadrado), según establecen los estándares internacionales.
El arquitecto Mauricio Estrella Deschamps, director del POT, dijo que establecer el límite urbano “significa el inicio y la garantía de una regiduría más efectiva del espacio municipal, y la entrada definitiva a los procesos de re-organización político-administrativa, en los que la planificación y la gestión del territorio se sobreponen a las tradicionales ejecutorias en las que la improvisación formaba parte del “modus operandi” establecido”.
“Contar con un límite territorial posibilita el establecimiento de políticas de desarrollo afianzadas en un marco de referencia en que se asuma de manera colectiva la actitud general del uso del territorio y se pueda desarrollar la conciencia de las vulnerabilidades y potencialidades del medio que conforma la ciudad”, agregó el arquitecto Estrella.
Entre las ventajas que se pueden obtener con un límite territorial bien definido podemos citar, mayor efectividad de la gestión en torno al fortalecimiento de la gobernabilidad y la asunción colectiva del hecho urbano; políticas efectivas de renovación urbana, que obligan a poner atención a zonas deprimidas de la ciudad; preservación del medio natural circundante y su consecuente valoración como insumo de la propia sustentabilidad urbana.
También, mayor aprovechamiento de las redes e infraestructuras de servicios, disminuyendo los costos y evitando prolongaciones innecesarias, uniformidad de la densificación urbana, con tendencia a la “nivelación” de los grupos sociales; aumento de la plusvalía general del suelo, dentro de dicho límite, aparición de nuevas dinámicas inmobiliarias y fortalecimiento de otras.
Con los resultados de dichas discusiones se elaborará el borrador de una Ordenanza Municipal, para presentarla al Comité de Gestión Territorial de Santiago, y luego se someterá a la consideración de la Honorable Sala Capitular para su revisión y aprobación.