KABUL.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha visitado Afganistán durante una corta escala de cuatro horas, no anunciada, antes de continuar viaje hacia la India dentro de su gira por el sur de Asia, que le llevará también a Pakistán. Se trata de la primera visita del mandatario a Kabul, donde provocó la caída del régimen talibán tras los atentados del 11-S.
Bush ha aterrizado en la base estadounidense de Bagram y se ha reunido con el presidente afgano, Hamid Karzai, para mostrarle su apoyo y con militares estadounidenses allí desplegados. Actualmente, y dentro de la operación Libertad Duradera, hay unos 19.000 soldados de EEUU.
En una rueda de prensa posterior al almuerzo que le ofreció Karzai en el palacio presidencial, George W. Bush mostró su convicción de que el líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden, será "llevado ante la justicia" y aseguró que las tropas de EEUU destacadas en Afganistán continúan la búsqueda del disidente saudí "y sus secuaces".
En un mensaje a la población, Bush pidió que "a medida que avanza la democracia, está inspirando a otros y esa inspiración hará que otros exijan su libertad y a medida que el mundo se haga más libre, se hará más pacífico".
El 'amigo' Bush
El presidente afgano elogió profusamente a su colega estadounidense, al que describió como un "amigo" que "nos ha ayudado a liberarnos, a reconstruir el país y nuestro futuro". EEUU invadió Afganistán en 2001 para capturar a Bin Laden y poner fin al gobierno talibán que le había dado asilo, pero desde entonces no le ha logrado atrapar y desde el año pasado la resistencia afgana ha incrementado sus ataques.
La visita de Bush a Afganistán llevaba preparándose ocho semanas, según la Casa Blanca, que no había querido anunciarla por razones de seguridad. Ésta ha sido patente en cada movimiento de Bush en Afganistán, que se desplazó desde la base aérea a Kabul en una flotilla de helicópteros fuertemente armados.
Durante la rueda de prensa era difícil escuchar algunas de las preguntas y respuestas debido al ruido de los helicópteros que sobrevolaban el recinto presidencial.
Tras la reunión con Karzai, Bush inauguró de forma simbólica la embajada estadounidense en Kabul, que ya está operativa desde hace varios meses.
El acto final de su breve estancia en Afganistán consistió en una reunión con las tropas estadounidenses.
Acuerdo de cooperación nuclear con la India
Tras su estancia en Afganistán, Bush llegó a Nueva Delhi para una visita de 48 horas en la que se reunirá con el primer ministro indio, Manmohan Singh, y espera anunciar el cierre de un acuerdo de cooperación nuclear.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, recibe a Bush a su llegada a Nueva Delhi. (AFP)
En Nueva Delhi, delegaciones de ambos países intentan llegar a un pacto de última hora que permita anunciar durante la visita de Bush un acuerdo de cooperación nuclear que daría a India acceso a tecnología atómica extranjera por primera vez en treinta años.
EEUU demanda la separación de los programas nucleares civiles y militares indios, dado que el acuerdo sólo se aplicaría a aquellos con fines no defensivos.
El objetivo general del presidente estadounidense es relanzar las relaciones con dos aliados estratégicos: la India, que con un crecimiento superior al 8% le ofrece a EEUU un contrapoder en Asia frente a China, y Pakistán, uno de sus mayores socios en su declarada guerra contra el terrorismo.
Poco exotismo indio
La visita a la India de Bush y su esposa, Laura, va a evitar el toque exótico que generalmente tienen los viajes oficiales de grandes mandatarios a este colorista e inmenso país. No habrá elefantes, tigres de Bengala ni palacios de 'maharajás' en Rajastán como los que, en marzo de 2000, tuvo oportunidad de conocer el entonces presidente estadounidense, Bill Clinton.
Por no haber, no habrá siquiera una visita al Taj Mahal, el mausoleo de mármol blanco considerado el monumento al amor más extravagante del mundo y la principal atracción turística del país.
Los problemas de seguridad y el escaso interés viajero de Bush harán que el momento más exótico de su estancia sea el discurso que pronuncie el jueves en el Purana Quila (Fuerte Viejo) de Nueva Delhi, construido a mediados del siglo XVI por el legendario emperador mogol Humanyun.
Este gran fuerte, que se extiende a lo largo de dos kilómetros, alberga una mezquita impresionante, con una fachada de mármol blanco y arena roja construida por el rey afgano Sher Shah Suri cuando venció a Humanyun y ocupó su territorio en el norte de la India en 1541. En Pakistán, que Bush visitará sólo durante unas 13 horas el sábado, está previsto que conozca de primera mano a afectados por el terremoto del pasado 8 de octubre, que causó más de 80.000 muertos [Ver álbum: La tierra tiembla en Cachemira], además de reunirse con el presidente, el general Pervez Musharraf.
Horas antes de la llegada de Bush a Afganitán, entre 25 y 30 personas murieron en un ataque del Ejército paquistaní contra un supuesto campo de entrenamiento de la red terrorista Al Qaeda, en la zona tribal de Norte Waziristán, próxima a la frontera afgana.