WASHINGTON.-En términos dramáticos y en ocasiones dolorosos, funcionarios federales de desastres advirtieron al presidente George W. Bush y a su jefe de seguridad interna, antes de la llegada del huracán Katrina, que la tormenta podria romper los diques y pondría en peligro la vida de los habitantes de Nueva Orleans, de acuerdo con un video confidencial. Los seis días de video y transcripciones obtenidas por Prensa Asociada, revelaron los detalles, donde se advertía sobre la posibilidad de los riesgos que corrían las personas refugiadas en el Superdom de Nueva Orleáns y que la tormenta podría superar los refuerzos de los equipos de rescate.
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos no hizo una sola pregunta durante la sesión informativa que se llevo a cabo antes de que Katrina golpeara a las costas estadounidenses del Golfo de México, el 29 de agosto.
En ocasiones con un dolo insoportable, las autoridades federales anticipan la tragedia que ocurrió en Nueva Orleans y en otros sectores de la costa del Golfo de México, y que revelan la lentitud para darse cuenta que no se había destinado suficientes recursos para enfrentar el desastre.
Junto a este video de seguridad, la confianza del presidente Bush del 29 de agosto contrasta brutalmente con las amenazas de su encaramado de la oficina de desastres y las informaciones reiteradas de autoridades federales, estatales y locales durante un periodo de cuatro días antes de que azotaran la tormenta.
Un experto en huracanes expreso sus "graves preocupaciones", sobre los diques y el entonces director de la Agencia Federal de Atención de Desastres (FEMA), Michael Brown, dijo al presidente y al secretario de Seguridad Interna, Michael Chertoff, que temía que no hubiera suficientes equipos de desastres para ayudar a los evacuados que ya se encontraban en el Superdom. "Me preocupa su capacidad para responder a la catástrofe mientras esta ocurre", dijo Brown a sus jefes la tarde anterior a que el huracán Katrina entrara en la costa.
Algunas de las imágenes contrastan con la defensa que han hecho las autoridades federales, estatales y locales, quienes buscaron desviar las culpas y minimizar el costo político por la respuesta fallida al huracán Katrina.
Funcionarios de Seguridad Interna han señalado que una "guerra de neblina" los cegó en un principio sobre la magnitud del desastre. Sin embargo, el video y las transcripciones demuestran que las autoridades federales y locales hablaron anticipadamente sobre las amenazas que conllevaba la tormenta, revisaron planes preparados con mucha anticipación y entendieron que Katrina podría generar una destrucción de proporciones históricas.
"Estoy seguro que estará entre las primeras 10 o 15 peores tormentas, cuando todo se haya dicho y hecho", señaló Max Mayfield, del Centro Nacional de Huracanes, el dia que Katrina azotó la Costa del Golfo de México.
"No me creo eso de la defensa de guerra de neblina. Fue la neblina de la burocracia", dijo Brown a la Associated Press en una entrevista el miércoles.
El presidente Bush, cuatro días después del que se hablo mucho esa posibilidad y Bush se no estaba también preocupado por ello. Tras el paso de la tormenta declaro: "No creo que nadie hubiera podido adelantar la rotura de los diques", que desparramaron grandes cantidades de agua que inundaron a Nueva Orleáns.