WASHINGTON, (ABN).- Los periodistas estadounidenses y sus fuentes de información en el aparato estatal pueden ser perseguidos, informa este domingo el diario norteamericano The Washington Post, citado por Prensa Latina.
El rotativo analiza las medidas que adopta el Gobierno para impedir filtraciones a los medios y para evitar escándalos como el desatado recientemente a raíz de las intervenciones de llamadas realizadas por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con Prensa Latina, el Post menciona que la administración del presidente norteamericano, Geroge W. Bush, impulsa algunas medidas para evitar que se filtre información clasificada a reporteros, quienes pueden ser acusados según las leyes del contraespionaje.
La nota señala que, en las últimas semanas, agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) entrevistaron a decenas de empleados de la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés), de la NSA y de otras agencias de espionaje, con el fin de determinar las fuentes que develaron los escándalos sobre las prisiones secretas de la CIA en Europa Oriental y sobre el programa de escuchas que realiza la NSA por orientación del Gobierno.
Apunta el rotativo que numerosos empleados de dependencias gubernamentales recibieron una carta del Departamento de Justicia prohibiéndoles, incluso, hablar sobre informaciones no clasificadas, relacionadas con las actividades de la NSA.
El editor ejecutivo del diario The New York Times, Bill Seller, manifestó su preocupación sobre este tipo de acciones y apuntó que el Gobierno declara la guerra en casa a valores que promueve en el extranjero.
En contrapartida a la ofensiva de la Casa Blanca se encuentra en la actualidad el escándalo sobre la filtración de la identidad de la agente de la CIA Valerie Plame, realizada por el jefe de gabinete del vicepresidente Richard Cheney, Lewis Libby.
Según fuentes del Times, el cual dio a conocer el caso de la NSA en diciembre, y del Post, que reportó el de las prisiones secretas de la CIA, los investigadores aún no contactaron a sus reporteros y a sus editores para obtener mayor información sobre estos artículos.