SANTIAGO.- En una humilde escuela, enclavada en uno de los más paupérrimos barrios de esta ciudad, sus profesores y estudiantes acaban de “inventar” una modalidad de sitio para recibir clases: la butaca-block. La misma está “diseñada” con una parte de la estructura de una butaca normal, pero a la que le faltan las áreas para sentarse y para que los niños puedan poner sus libros y cuadernos, y así leer y escribir cómodamente.
La dramática situación se vive en la escuela primaria localizada en la comunidad San José La Mina. Ese “plantel escolar” está parcialmente construido faltándole, entre otras cosas, sus puertas y persianas.
La mayoría de las que originalmente eran butacas está semi destruida. Sólo la parte en hierro se mantiene intacta, no así la madera que sirve de asiento y de base para colocar los útiles escolares.
Esa dramática situación no ha sido óbice para que los padres de los pequeñines los envíen a recibir “el pan de la enseñanza” en esas precarias condiciones. Los niños colocan blocks que les sirven de asientos y, sobre sus piernas, escriben las clases y las tareas que los profesores les asignan.
En reclamo de que terminen la escuela, sus moradores han realizado incontables protestas públicas. Hace pocos días, la secretaria de Educación, Alejandrina Germán, estuvo en la comunidad Cien Fuegos y allí entregó un cheque por cuatro millones de pesos, para el inicio de un liceo.
Se tenía previsto extender un cheque por 765 mil pesos a una comisión de San José La Mina, para concluir la escuelita de allí pero, discrepancias entre la comisión que recibiría el dinero y la titular de la cartera educativa, la obligaron a regresar a la capital sin entregarlo.
Un vocero de la Sociedad de Padres y Amigos de esa escuela anunció que, si a más tardar el viernes de esta semana no se entrega el dinero para terminarla, “el lunes paralizaremos las clases y volveremos a las calles a reclamar la conclusión del plantel”.