SANTO DOMINGO.-El conflicto entre los distribuidores de combustibles y el gobierno se endureció este jueves, al rechazar el gobierno lo que calificó como presión el anuncio de la Asociación Nacional de Detallistas de Gasolinas (ANADEGAS). La entidad que preside Juan Ignacio Espaillat ha dicho que dejará de comprar y vender combustibles en unas 700 estaciones de expendio en reclamo del reajuste de los márgenes de beneficios.
En un documento leído por el vocero del gobierno, Roberto Rodríguez Marchena, en el Palacio Nacional, acusó a esa entidad de romper el diálogo iniciado con las autoridades.
Dijo que la directiva de ANADEGAS se reunió con una comisión de alto nivel dispuesta por el presidente Leonel Fernández y se acordó buscar solución a las peticiones en un plazo de nueve días.
“Pero, para sorpresa de todos, la ANADEGAS, anuncia al día siguiente que mantendrá su decisión de no abastecer de combustibles, rompiendo con ello el clima de diálogo necesario para el entendimiento y creando inseguridad de los ciudadanos y ciudadanas, que requieren del combustible para el transporte”, apuntó.
Indicó que el gobierno interpreta la actitud como una presión inaceptable y provocadora de la ruptura del diálogo.
Recordó que la comisión que se reunión con representantes de la entidad la conformaron Danilo Medina, secretario de la Presidencia; Luis Manuel Bonetti, secretario Administrativo de la Presidencia; y Ramón Fadul, secretario de Trabajo. Por la entidad fue encabezada por su presidente, Juan Ignacio Espaillat.
Afirmó que en la reunión, el gobierno, en su condición de regulador del sector combustible, estaría en la mejor disposición de propiciar un acuerdo entre las partes.
Señala que el presidente de ANADEGAS expresó su satisfacción por el encuentro y la aceptación de la solicitud dirigida al gobierno.
Garantizó a los dominicanos que se tomarán las medidas de lugar para garantizar el libro fluido y abastecimiento de combustible para el transporte.
ANADEGAS agrupa unas 700 estaciones de venta de combustibles en todo el país. Su dirección exige el reordenamiento de los márgenes de combustibles para beneficiar a sus asociados.