NUEVA YORK.-Si nos viésemos en la obligación de hacer un resumen cronológico de un tema actual, la población de la República Dominicana pediría el tema de la violencia. Esta es una palabra que podemos situar temblorosamente sobre el mapa de la isla.
Quisiéramos sacar de la manga un canto de esperanza para los criollos, pero no llegamos ni a aprendiz de mago. Con tantos hechos de violencia, hoy nos preguntamos ¿dónde está el sabor religioso de antaño, donde un acto humanitario podía rescatar a cualquier ciudadano? ¿Dónde están las autoridades eclesiásticas con sus inspiradores sermones de conciencia? ¿Qué hace el Gobierno de turno y la Policía Nacional para brindar este derecho que le asiste a mis conciudadanos?
Estas circunstancias o episodios de violencia se abordan de forma superficial en Quisqueya. Nos tropezamos con la horrenda realidad de la inseguridad ciudadana. Lo verdaderamente llamativo de estas Dantescas escenas que vive la isla es que muchos de los que forman parte de las filas de la policía y militares son los mismos que primeros que cometen las fechorías. ¿Dónde esta su Comándate en Jefe?. ¿ O solo es un personaje del artitaje que figuerea en evento internacional?.
Nuestras interpretaciones pueden ser audaces, pero no son las únicas sobre el asunto. Para entender este flagelo y lo que seguirá pasando, habrá que desprenderse del romanticismo cuando uno piensa que la patria es un jardín del Edén. Un desorden organizado eso es la Rep. Dominicana.
Ahora que recordamos, mencionaremos que hay algo misterioso en este desorden organizado puesto que la mano presidencial está en el deber de velar, ya que los avisos de destrucción de la sociedad son espeluznantes.
A esto incorporamos la triste historia que puede mondar de risa a todos y forma un dilema de para que eran necesarias tantas motocicletas de lujo (Harley Davison) para una misión de un solo barrio. ¿Dónde dejarán tan costoso aparatos el cuerpo armado, cuando persiguen un delincuente por un callejón?. ¿ Ya hicieron el cementerio para lo que serán las chatarras más costosas?.
¿Cómo se le puede enseñar a una ciudadanía a vivir sin miedo? Actualmente resulta difícil encajar a cualquier ser humano 11:00 PM en una de las calles capitaleñas. Podríamos pasar días describiendo historias de dolor pero solo mencionaremos dos: El primero es el caso de la conductora de televisión Sra. Zoila Luna que fue atracada el sábado 14 de Enero a la 8:14 de la noche en un sector de los Prados. Ella manifiesto “soy una mujer que dice que se muere con las botas puestas en su país, pero lo decía hasta este sábado. Ahora dice que quiere irse del país con sus dos hijas y olvidarse que la Rep. Dominicana existe porque no hay niveles de seguridad.
El otro caso es el de Lic. Luis Toral C, exgobernador del Banco Central, quien acompañado de un amigo en el parque Mirador del Sur, realizaba ejercicio y fue atracado en plena luz del día. En un lugar que es bien concurrido y supuestamente protegido por quienes tienen que velar por la seguridad ciudadanía, los agentes del orden públicos.
Las autoridades en conjunto si es que tienen voluntad, deben estar dispuestas a comenzar una organizada y enérgica campaña para eliminar la delincuencia. De esa manera será obvio que la ciudadanía seguirá religiosamente sus intrusiones y a la vez resultará un marco de paz que encajará a la perfección con el futuro que cada padre o madre desea para su prole.
Entonces la Rep. Dominicana será modelo de comportamiento y espejo para las América y el mundo. Ya es tiempo de que el gobierno se haga responsable de la seguridad publica. Estamos cansados de excusa infantiles cuando vemos nuestros conciudadanos suplicando un derecho que le asiste.