Una maldad

Estoy convencido de que Frank Soto, procurador general adjunto y director del Departamento de Trata Humana, comete una maldad que de ninguna manera se justifica. Solicitar apertura de juicio contra el Víctor Soto (no tienen nexos familiares) es algo que tarde o temprano al funcionario le será reclamado.
Conozco a Víctor Soto desde sus tiempos de estudiante de primaria, cuando residía en la calle Santa Lucía esquina Estrelleta, allá en Las Matas de Farfán, creo que donde estaba el domicilio de un señor apellido Cabral, casado con una hermana del hoy suspendido sub-director de Migración. Estaba él recién llegado de Yabonico.
A pesar de que lo he tratado poco en Santo Domingo, y no tanto en Las Matas de Farfán, doy testimonio de lo que me hablann amigos y relacionados de Víctor, de quien dicen, hasta meter la mano en candela, que “no es capaz de hacerse cómplice de nadie para delinquir”…y eso personalmente lo creo.
Por el solo hecho de haber estado muchos años al lado del profesor Juan Bosch es suficiente para concluir en que este muchacho, no por que en realidad lo es si no porque se trata de un hombre joven, no tenía necesidad de involucrarse en una asociación de malhechores para llevar gente a Europa, vía Italia.
¿Y sería Soto tan torpe, tan ignorante y carente de raciocinio para ligarse a Amaury Guzmán, hombre de confianza de Amable Aristy Castro, para involucrarse en hechos que a la larga serían detectados?. No lo creo. A lo mejor, para decirlo de alguna manera, le pudo haber hecho un favor a uno de los implicados en el escándalo de los pasaportes oficiales y, de paso, se le pegó la pelota.
¿Sería Víctor Soto tan estúpido para oponer en juego su cargo de sub-director de Migración, poner en juego su prestigio o para traicionar la confianza depositada en él por el presidente Leonel Fernández?. Tampoco lo creo, porque en otras ocasiones, en sus años que le tocó ocupar una curul en la Cámara de Diputados se manejó con claridad meridiana. Nunca cometió ningún hecho del que puede arrepentirse.
Insisto, en consecuencia, que si Frank Soto solicita apertura de juicio contra Víctor Soto, y contra otros más, se estaría convirtiendo un funcionario abusador, porque él conoce bien de donde salían las solicitudes de expedición de pasaportes oficiales a petición de un grupo de bandidos que se valían de los cargos que ocupaban para cometer esas y otras fechorías.
Insisto que conozco personalmente a Víctor Soto, conozco su origen, conozco de su trayectoria política y de su vida profesional desde hace muchísimos años, de modo que sería una iniquidad y un abuso de marca mayor solicitar apertura de juicio en su contra. El ha advertido ya que está tomada la decisión de enviarlo a juicio. Ojalá que la carrera de este joven no sea tronchada, porque al parecer de eso se trata.
Él y sus abogados deben tener lista una buena defensa, porque según he sabido la medida de enviarlo a juicio supuestamente está tomada. Ojalá el ex vicepresidente Jaime David Fernández Mirabal, quien encabeza en el PLD la facción a la que pertenece Víctor Soto, no deje solo a su compañero de partido. Personalmente yo tampoco dejaré solo a Víctor Soto, porque -insisto- sé que no se trata de un delincuente, sé que es incapaz de asociarse con nadie para violar la ley.