SANTO DOMINGO.-El representativo de Cuba superó al de Puerto Rico 4-3 y logró su sueño de ir a San Diego para medirse en la serie semifinal del Clásico Mundial de Béisbol. Los cubanos dieron batalla a los boricuas y se desquitaron la derrota que le habían propinado en el primero partido de la serie.
El partido, que fue visto en Santo Domingo a través de Cadena de Noticias y el canal 46 de Telecable, se caracterizó por varios incidentes entre los árbitros y jugadores de Cuba.
Los cubanos se medirán sábado, a partir de las cuatro la tarde, a los de República Dominicana en el Petco Park, de la ciudad estadounidense de San Diego, en busca del pase a la discusión del título de este primer certamen.
Cuba ratificó hoy su lugar en la más alta elite del béisbol mundial al colocarse entre los cuatro finalistas del Clásico Mundial, por encima de planteles integrados por reconocidos peloteros profesionales.
La agencia cubana Prensa Latina dice que con la victoria, Cuba se coloca en la Cuspide del Béisbol Mundial. La hazaña cubana, realizada por un conjunto totalmente amateur, como todo el deporte de la mayor de las Antillas, se consumó en San Juan al derrotar 4-3 a la fuerte escuadra de Puerto Rico ante una fanaticada local de casi 20 mil personas.
Se trató de un partido tenso de principio a fin, el último del grupo dos de la segunda ronda eliminatoria del torneo, en el cual también clasificó República Dominicana.
Cubanos y quisqueyanos se enfrentarán el próximo sábado en la ciudad norteamericana de San Diego en una de las dos semifinales del certamen.
Para concretar su presencia entre los cuatro grandes, el equipo dirigido por Higinio Vélez comenzó en la primera fase eliminatoria con victorias 8-6 ante Panamá y 11-2 contra Holanda y derrota por nocao de 12-2 ante los mismos boricuas que hoy cayeron aquí.
En la continuación de la eliminatoria en esta capital, Cuba superó 7-2 al fuerte conjunto venezolano y fracasó 3-7 frente a los dominicanos, para finalmente arrebatarle a los puertorriqueños el pasaje a San Diego.
El mentor Vélez lo había anunciado antes del encuentro: "Cuba y Puerto Rico brindarán un espectáculo inolvidable", y así fue.
Para los cubanos por la máxima consagración de su reconocido béisbol amateur, avalado por 25 títulos mundiales y tres olímpicos, y para los boricuas porque se trata de un resultado para muchos inesperado.
Sin embargo, es un revés que no opaca la buena organización de la competencia ni disminuye el calor con que la población de San Juan acogió a los visitantes, muy especialmente a los de Cuba, la otra ala del pájaro de la poetisa Lola Rodríguez de Tió.
"Cuba y Puerto Rico son/De un pájaro las dos alas,/Reciben flores y balas/Sobre el mismo corazón", dice el conocido poema escrito en 1893.