SAN DIEGO, California, EEUU – Moisés Alou hizo una breve parada en su casa en Santo Domingo un día después de que República Dominicana avanzara a la etapa semifinal del Clásico Mundial de Beisbol. En un país fanático de este deporte y que sigue muy de cerca a su selección, Alou fue rodeado de aficionados que lo detenían para desearle buena suerte, y supo de al menos cien personas que viajarán el fin de semana a San Diego para animar al equipo dominicano en su encuentro del sábado ante Cuba.
"La gente en República Dominicana está enloquecida", comentó Alou, de 39 años y jardinero derecho de los Gigantes de San Francisco. "Es bastante agradable. Me alegro haberme comprometido a competir por mi país. No pensé que sería (un evento) tan bueno".
Si Dominicana llega a titularse el lunes, Alou le pediría a su padre y agente, Felipe, otro día extra para celebrar en su país antes de reportarse a los Gigantes.
El equipo dominicano luce feliz en las prácticas, pues esperaba enfrentar a Venezuela en las semifinales. Pero está consciente de que Cuba no es un rival del todo fácil.
"No creo que tengamos que probar nada", dice el piloto dominicano, Stan Javier. "Creo que tenemos los mejores jugadores del mundo si nos basamos en los números".
El sábado lanzará el derecho Bartolo Colón, último ganador de premio Cy Young, quien acumuló 21 victorias la temporada pasada para los Dodgers de Los Angeles. Por Cuba estará en el montículo Yadel Marti.
Debido a las restricciones políticas, el equipo cubano no tiene jugadores de Grandes Ligas y viene de perder 7-3 frente a los dominicanos el lunes pasado en Puerto Rico. Los cubanos han demostrado su poderío al obtener los recientes títulos olímpico y panamericano.
El receptor dominicano Alberto Castillo consideró que los cubanos están hechos para jugar béisbol.
Tras la sorpresiva eliminación de Estados Unidos, el otro finalista del Clásico saldrá del duelo sabatino entre Japón y Corea del Sur.
El manager cubano, Higinio Vélez, lamentó la eliminación de los estadounidenses, pues "en ese país se juega un béisbol maravilloso".
En la temporada del 2005 en las Grandes Ligas, 23,5% de los jugadores eran oriundos de República Dominicana, Puerto Rico, México, Venezuela o Cuba.