SANTO DOMINGO. La frecuente participación de policías y militares en los más sonados actos delictivos ocurridos en el país ha comenzado a llamar la atención de la ciudadanía, que ven en esta situación un factor que incide en el foco de criminalidad reinante. El más reciente caso detectado es el de un sargento policial, apresado por estar implicado en la banda que se dedicaba a asesinar personas para robarles y lanzar sus cuerpos al mar Caribe o enterrarlos en un pozo séptico de la casa número tres de la calle privada, del sector Los Coquitos, de Mendoza.
El arrestado es Pablo Valdez Valdez (Uva), contra quien las autoridades solicitaran este lunes medidas de coerción, revela en su edición de este lunes Hoy Digital.
Por el caso se encuentran presos Joel Rodríguez Díaz, sus dos hijos de 14 y 15 años de edad, su esposa Yosy Rossana de León Vicente, de 18, y Luis Vargas Sánchez, propietario de la casa donde residía la macabra familia.
El sargento "Uva" es vinculado a por lo menos 12 asesinatos por la pareja de esposos Rodríguez Díaz y De León Vicente.
Asimismo, Vargas Sánchez, quien pidió que le quitaran la vida en caso de demostrase que tiene alguna relación con los hechos violentos, citó al sargento Uva como presunto conocedor de la situación.
El diario señala que el pasado sábado, el juez José Duvergé Mejía envió a prisión por un año a todos los implicados, tras valorar las pruebas aportadas por el fiscal adjunto Pedro Galarza.
El grupo habría asesinado al cabo policial Andrés D´oleo Quezada y al camionero Luis Armando Díaz Pérez, cuyos cuerpos enterraron en una fosa común descubierta en la casa número 3 de la calle privada, del sector Los Coquitos, de Mendoza.
Además, los detenidos admiten haber asesinado a dos motociclistas en Baní, a un menor en San Cristóbal, entre otras personas.
Declararon que lanzaron al Mar Caribe varios cadáveres en las inmediaciones del kilómetro 16 de la autopista Las Américas.
Las autoridades aseguran que la banda se dedicaba a sustraer vehículos, motocicletas, dinero y armas de fuego a sus víctimas.
El domingo el jefe policial, mayor general Bernardo Santana Páez, visitó la residencia donde fueron descubiertos dos cadáveres y aseguró que se profundizarán las investigaciones hasta llegar a todos los implicados.
"Estoy aquí para observar de manera directa esta residencia y el pozo séptico donde apareció el cadáver del cabo policial para poder hablar sobre el caso", precisó.