SAN PEDRO DE MACORIS.-Las presiones para que sean sacados de San Pedro de Macorís el obispo Francisco Ozoria y al sacerdote Christopher Hartley Sartorius fueron respondidas este domingo por el Vaticano, en las palabras de su representante en Santo Domingo y de la comunidad, en actos masivo de solidaridad y una misa donde se exhortó a no temer a las presiones de los poderosos. El Nuncio Apostólico, Monseñor Timothy Broglio, informó el domingo que el Papa Benedicto VI sigue con interés y apoya la comunidad católica de la Diócesis de San Pedro de Macorís y la instó a no tener miedo.
“El papa quiere y sigue con interés el peregrinar de la comunidad en la fe, sepan que este símbolo de unidad les invita a andar juntos manifestando su reino de Dios, vengo para decirles adelante sin miedo porque el señor camina con ustedes, amen”.
Timothy Broglio se expresó en estos términos durante la homilía que pronunció en la misa de apoyo y solidaridad que se llevó a cabo este domingo 19 de marzo en la explanada de la Catedral San Pedro Apóstol.
La misa fue concelebrada por sacerdotes de la Diócesis y otras congregaciones llegadas al lugar para solidarizarse con el obispo Ozoria.
Entre los concelebrantes se encontraban el Superior de los Jesuitas en la República Dominicana, José zaglul, Mario Serrano, director del Centro Bonó y Pablo Mella, de la misma congregación.
Antes de la misa se celebró una concentración con representantes de distintas comunidades religiosas llegadas de casi toda la Diócesis, quienes manifestaron su apoyo al Obispo Francisco Ozoria y al sacerdote Christopher Hartley Sartorius.
PALABRAS DE TIMOTHY BROGLIO
Masivo apoyo al obispo Ozoria y al padre
"Si bien es verdad que el Oficio Divino de la liturgia de Pentecostés reserva este hermosísimo titulo al Espíritu Santo, creemos, sin embargo, que este mismo Espíritu ha hecho carne y vida estas palabras en la vida y en la misión pastoral de nuestro querido Obispo; por ello precisamente nos parece particularmente injusta la acusación de que Monseñor Ozoria sea una persona desconocida o lejana para su pueblo. Sin temor a exagerar afirmamos que no hay nadie en nuestra Diócesis que no haya tenido la oportunidad de estar cerca de él, no hay un rincón de nuestras ciudades o de nuestros más pobres bateyes que no hayan recibido su visita, su aliento, su cariño, su sonrisa y la gracia de su presencia. Y si alguien quisiese acusarle de favoritismos, sin duda que esa predilección se ha volcado sobre los más pobres y humildes de su rebaño diocesano".
Sería imposible enumerar los continuos gestos de amor que como imagen de Cristo pastor ha dispensado a los muchísimos pobres y necesitados – dominicanos y haitianos – de toda condición, que se han acercado a él a lo largo de éstos años, al punto de haber infundido en todos nosotros este mismo amor y opción preferencial por los más pobres de los pobres por ser estos icono vivo de la cruz del Señor .
El tiempo litúrgico de la cuaresma en la que se encuentra inmersa toda la Iglesia es una ocasión privilegiada para que todos los pastores de la Diócesis de San Pedro de Macorís con nuestro Obispo a la cabeza acojamos una vez más la invitación de la palabra de Dios que nos urge: “Mirarán al que traspasaron” (Jn 19:37) y en otro lugar nos recuerda San Pablo que: “Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo en El está nuestra salvación vida y resurrección, Él nos ha salvado y libertado” (Gal 6:14).
Desde el día de nuestra ordenación nuestra vida, y mucho más la de nuestro Obispo, se ha ido configurando con la cruz de nuestro Señor, porque es precisamente en ella y por ella donde hemos sido desposados con nuestro Señor crucificado. Para todo pastor, para todo obispo, la cruz es la amiga inseparable de nuestra vida, es el único árbol que da fruto de vida eterna: Cristo el Señor.
Las calumnias e insultos injustificados que algunos poderosos han hecho verter sobre nuestro Obispo y uno de nuestros hermanos de presbiterio, no son sino una expresión más de la cruz cotidiana que preside la vida de todo pastor que se precie de ser amigo de Cristo y amigo de los hombres. Porque conocemos bien a nuestro Obispo, sabemos que su corazón no alberga el menor sentimiento de odio o rencor por los que le hacen sufrir y sí mas bien, un rebosar de amor y deseos de conversión particularmente hacia quienes más daño le han hecho. Por tanto, sepan quienes le han insultado y calumniado, que las puertas de su casa y sobre todo de su corazón estarán siempre abiertas para ofrecer el perdón y la reconciliación.
“El papa quiere y sigue con interés el peregrinar de la comunidad en la fe, sepan que este símbolo de unidad les invita a andar juntos manifestando su reino de Dios, vengo para decirles adelante sin miedo porque el señor camina con ustedes, amen”.