MADRID.- El presidente Leonel Fernández reconoció que algunas veces se violan normas internacionales en la repatriación de los indocumentados haitianos pero que la misma expresa el ejercicio de soberanía nacional al que la República Dominicana no puede renunciar.
Tras afirmar que el Gobierno dominicano trabaja para que se mejoren las condiciones de vida y se respeten los derechos humanos de los indocumentados, se quejó de que la prensa internacional diga que en el país hay un sistema de explotación de los braceros.
Dijo que las condiciones de vida de los haitianos en el país son muy parecidas a las de Haití “Son también hábitos culturales: se establecen en enclaves en áreas de la producción de caña, con costumbres diferentes a las nuestras, y a veces los medios internacionales lo presentan como un método de explotación, cuando no es así”.
“El conflicto migratorio es un tema de muchos años, que se ha agravado en los últimos tiempos con el empeoramiento de la crisis política haitiana. Nosotros adoptamos una política de repatriación de los indocumentados”, añadió Fernández en una entrevista concedida al diario El País de España.
El Presidente se mostró esperanzado en que con el triunfo electoral en Haití de René Préval las relaciones entre ambas naciones mejorarán significativamente.
Dijo además que con Préval ya se ha reactivado la comisión mixta bilateral para tratar los problemas comunes: inmigración, frontera, seguridad, comercio, inversión, medio ambiente y sanidad.
Al responder sobre la privatización de las empresas estatales explicó que éstas eran ineficientes, tenían nóminas excesivas, y que había que financiarlas con fondos públicos. Dijo además que estaban quitando recursos que podían ir a educación, a salud u otras necesidades.
Cuestionado sobre la medida que ha tomado su gobierno para enfrentar la corrupción respondió “Es legítimo exigir rendición de cuentas y transparencia en el manejo de los fondos públicos. Hay que aplicar una política de prevención y una política punitiva. Así lo llevamos a cabo. Creamos una comisión nacional de ética y asumimos las convenciones de la OEA y la ONU”
“Lo que no es válido, y esto está proliferando en América Latina, es que se utilice la lucha anticorrupción como pretexto para eliminar adversarios. Hoy la lucha contra la corrupción es como el sustituto de la persecución del comunismo de la época de la guerra fría. Es un arma de desprestigio. La judicialización de la política no es buena. El debate político tiene su propio espacio, indicó el mandatario dominicano.
Explicó que la recuperación económica de la República Dominicana se debió al retorno a la estabilidad macroeconómica logrado a través del manejo de variables como el control del gasto, una reforma fiscal y el control del endeudamiento.
Dijo que la recuperación de la confianza obtenida después de ese proceso generó nuevas inversiones y estabilizó la tasa de cambio que permitieron a su vez que sectores como el de la construcción creciera un 26% en el último cuatrimestre, y que las inversiones en el turismo superaran los 1.500 millones de dólares.
Preguntado como afectó a la República Dominicana la supresión de cuotas a los productos textiles y la entrada de China en el mercado estadounidense, respondió que “muy mal. Las zonas francas dominicana perdieron 37 mil empleos en el 2005”.
Se mostró confiado que dos factores: el acuerdo de libre comercio con EE UU y el hecho de que las presiones de Washington a China para que aprecie su tipo de cambio y finalmente colocara de nuevo las cuotas, posibilitarán una recuperación del sector de zona franca.
Dijo que se propone dinamizar la economía posibilitando que la industria local apoye como proveedor al sistema de zonas francas.
Detalló cambios que se hacen en el sector de textiles “se están produciendo cambios: antes se trataba de una producción en serie. Ahora se va a un mercado más exigente y competitivo: se trabaja con marcas, dentro de los circuitos de la moda. Y avanzamos de un modelo de trabajo intensivo hacia uno de capital intensivo”
Con respeto a iniciativas como el Parque Cibernético de Santo Domingo manifestó “Queremos convertir a la República Dominicana en un centro regional de bienes y servicios vinculados con la tecnología de la información, la biotecnología o la industria farmacéutica. Será también una manera de recuperar a los jóvenes que están en la diáspora, sobre todo en EE UU, e integrarlos en esta nueva estrategia de desarrollo.
Sobre el manejo de las políticas económicas entiende que lo no se debe hacer en América Latina es ideologizarla.” Lo que cuenta es qué da resultados y qué no. Un déficit fiscal no es de derechas ni de izquierdas, es un problema de buena gestión. Primero, hay que optar por un sistema que respete los derechos humanos, la seguridad jurídica, que promueva la inversión, que cree un Estado de derecho democrático y confiable”
Sobre la economía, dijo que garantizar un crecimiento superior al 6% del PIB, sin convertir el crecimiento “en un fin en sí mismo” y agregó” hay que invertir en educación, salud, seguridad social y pensiones para enfrentar la pobreza y la inequidad social”.